6 consejos para padres y madres que adoptan un estilo autoritario
Padres y madres tienen la capacidad de evolucionar para no quedarse estancados en un estilo de crianza en concreto. En ocasiones, el enfoque muestra el impacto del estilo autoritario. Es decir, los adultos adoptan una posición rígida que está muy condicionada por el cumplimiento de la norma y una visión de la autoridad que despierta temor en el niño. El respeto al adulto parece estar basado en el miedo al castigo. En El Blog Infantil compartimos seis consejos para aquellas familias en las que el estilo autoritario es la nota predominante.
1. Revisa tus creencias sobre la posición que puedes adoptar en la vida de tu hijo
La influencia de un padre autoritario puede generar una huella a largo plazo en el hijo si ese hecho deja un impacto doloroso en sus vivencias y en su memoria. Puedes adoptar diferentes posiciones en la vida de tu hijo. Un padre autoritario se comporta como alguien que creer que sabe absolutamente todo lo que conviene en cada momento. Pues bien, puedes posicionarte desde una perspectiva distinta: la de aprendiz.
2. Complementa tu enfoque con otros estilos de crianza
El estilo autoritario también puede tener su espacio en momentos concretos de la vida familiar. No se trata de rechazarlo o negarlo de forma absoluta. Sin embargo, conviene desarrollar una actitud flexible para complementar y enriquecer esta visión con otras propuestas como la disciplina positiva, la educación Montessori, el estilo democrático…
3. Más allá de la razón: la inteligencia emocional es muy importante
Aquellos padres que adoptan una posición autoritaria tienden a analizar la realidad desde un punto de vista racional. Sin embargo, no tienen tan en cuenta el valor de la inteligencia emocional. Pues bien, la proyección de la inteligencia emocional ha generado una auténtica revolución en los colegios, las empresas, las familias y la sociedad en su conjunto. Es decir, muestra una dimensión más profunda de la realidad del ser humano desde la infancia. Educa desde la empatía, la sensibilidad, la comprensión y el acompañamiento.
4. No relativices la dimensión de los asuntos que preocupan a tu hijo
La visión de la realidad también está en conexión con la experiencia personal y la edad. Como adulto responsable tienes una trayectoria vital que te ofrece recursos y herramientas para gestionar el cambio, la incertidumbre o la dificultad. Los niños también conviven con preocupaciones, conflictos y miedos. No infravalores aquello que es importante para tu hijo aunque desde la mirada adulta esas cuestiones no parezcan tan relevantes.
5. Utiliza la norma como un apoyo, no como un fin en sí mismo
El estilo autoritario es muy rígido. El cumplimiento de la norma es esencial en este contexto. Pues bien, la norma es un medio que se alinea con un fin: la educación, la armonía familiar, la crianza o la felicidad. Date el permiso para actualizar las normas. No te quedes estancado en un principio si ya no es verdaderamente útil desde tu punto de vista.
6. Demuestra lo que sientes a través de caricias positivas
Demuestra el amor que sientes por tu hijo a través de tu presencia. Verbaliza tus sentimientos y transmite tus caricias positivas para nutrir la autoestima de esa persona que es tan importante en tu vida. Más allá del deber o aquello que consideras que es correcto, existe el lenguaje de los sentimientos.
Por tanto, el estilo autoritario es excesivamente rígido. Por ello, es importante adoptar una mayor flexibilidad en la educación y la crianza.
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