6 consejos para la vuelta a la rutina tras Navidad y Reyes Magos

El ritmo de las vacaciones de Navidad contrasta de forma significativa con el retorno a la rutina habitual. Y, tras la llegada de los regalos de los Reyes Magos y tantos días de intensidad en familia, es el momento de abrazar lo cotidiano de forma gradual.

Y el mejor modo de afrontar ese proceso es a través de la preparación previa. Es decir, es aconsejable recordar que las vacaciones, en sí mismas, no son eternas (aunque algunas personas las viven desde esta perspectiva):

1. Dar la bienvenida a la rutina

Más allá de todo lo positivo que tú y tu familia hayáis experimentado durante estas fiestas, la rutina habitual merece una bienvenida. Sencillamente, es un tiempo que aporta orden, estructura y organización a los días y las semanas. De hecho, las vacaciones tienen un sentido pleno por su conexión con lo cotidiano.

2. Adaptar de forma paulatina los horarios durante los últimos días de Navidad

Para que el cambio no sea tan brusco para niños y padres es recomendable adaptar de forma gradual los horarios durante la última semana navideña. También es posible posponer y aplazar algunos planes sociales para próximos fines de semana.

3. Cuidar de forma especial la rutina previa al descanso

Durante la celebración de la Navidad, hay tantos estímulos y novedades, que lo sencillo tiende a pasar desapercibido. La perspectiva suele cambiar en el ritmo del día a día cuando es posible potenciar la gratitud en torno a momentos sencillos que aportan alegría y satisfacción. Por ejemplo, disfruta de la rutina previa al descanso a través del placer de la lectura en voz alta en familia.

4. Paciencia: clave para afrontar la incomodidad

Es recomendable adaptar los horarios de forma gradual para evitar que el punto de inflexión sea brusco y repentino. De este modo, el proceso crea una transición que es clave para cambiar el ritmo y asimilar las novedades. Sin embargo, es importante tener paciencia porque la incomodidad suele formar parte de este periodo. Una incomodidad que puede surgir en forma de sensaciones o emociones desagradables (aunque de manera temporal).

5. Flexibilidad y optimismo

La forma de afrontar la vuelta a la rutina influye en el modo de vivir el proceso. Más allá del perfeccionismo que surge cuando una persona intenta tenerlo todo perfectamente organizado, es recomendable ser flexible. Especialmente, en un hogar con niños pequeños.

¿Cómo le hablarías o le apoyarías a alguien que vive con dificultad este proceso? ¿Qué mensajes de ayuda te gustaría transmitirle en este contexto? Es posible que tú también necesites brindarte ese apoyo a través de tu diálogo interno.

6. Jugar con los juguetes de los Reyes Magos

Es posible volver a la rutina y seguir disfrutando de uno de los aspectos más positivos de la Navidad: el tiempo para jugar. Es decir, tras retomar el ritmo habitual, es esencial hacer espacio para jugar y disfrutar con los juguetes de los Reyes Magos.

En última instancia, cada persona encuentra sus propios recursos y mecanismos para gestionar el cambio y abrazar la novedad tras la Navidad.

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