6 consejos para demostrar el amor y el cariño hacia tus hijos

Aprender a demostrar el amor y el cariño es un importante aprendizaje a nivel de inteligencia emocional. Por ello, muchos padres y madres ponen una atención especial en la conexión que tienen con sus hijos. Dicha conexión se cuida y se fortalece desde los cimientos a través de detalles que se integran en la convivencia. En Uno más en la Familia te damos seis consejos.

1. No cometas el error de presuponer el amor materno o paterno

De forma habitual, padres y madres consideran que no es necesario verbalizar con frecuencia un sentimiento que es inherente a su propio rol. Sin embargo, es importante no presuponer aquellas emociones y sentimientos que crean un vínculo con el otro. Tu hijo necesita escuchar esa verdad que habita en tu interior.

2. Más allá del lenguaje verbal: hay otras muchas formas de comunicación

Evidentemente, la palabra es uno de los medios que puedes integrar en tu interacción con tu hijo. Pero hay otros muchos tipos de lenguaje que van más allá de la comunicación oral que está presente, por ejemplo, en la narración de historias en voz alta. El juego es una de las fórmulas que puedes utilizar para expresar tu amor y cariño.

3. El amor va más allá del sentimiento

Expresar el amor va mucho más allá del plano sentimental, afectivo o emocional. A veces, la demostración del sentimiento también se materializa en la firmeza con la que expresas un límite o adoptas una medida específica porque consideras que esa opción protege a tu hijo en una etapa en la que tú asumes una gran responsabilidad en su cuidado diario.

4. Quiérete a ti mismo

Expresar el amor hacia tu hijo, también puede ayudarte a entrar en conexión con tu propio mundo. Es decir, puedes profundizar en las raíces de tu autoestima, en tus necesidades emocionales y en el estado en el que te encuentras. Para querer y proteger a tu hijo, también es importante que cuides de ti mismo.

5. Crea espacios y tiempos de conexión en la rutina diaria

Las dificultades en la gestión del tiempo crecen tras la formación de una familia. Sin embargo, más allá de los obstáculos, es posible crear pequeños momentos de conexión emocional que alejan las interrupciones externas para poner el acento en el acompañamiento, el diálogo, el contacto visual, la presencia y la interacción familiar.

6. Hazte responsable de ti mismo: supera las heridas de la infancia

Cuando una persona da el paso de formar una familia, emprende un apasionante capítulo en su presente y su futuro. Sin embargo, es un periodo en el que también pueden surgir algunas heridas del pasado. Por ejemplo, es posible poner el acento en reproches y quejas hacia los padres y el estilo de crianza que adoptaron en su momento.

Pon el foco en tu capacidad de aprendizaje y decisión. Hazte responsable de ti mismo. Es decir, más allá de la vulnerabilidad, las carencias y los límites que son inherentes a la naturaleza del ser humano, conecta con tu intuición, tu sabiduría y tu fortaleza.

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