6 consejos para crear una caja de recuerdos para el bebé
Es imposible detener el tiempo o volver al pasado. Sin embargo, sí existe la posibilidad de conservar bonitos recuerdos del nacimiento, primeros días de vida y crecimiento del niño. Actualmente, las familias tienen más medios a su alcance para inmortalizar instantes especiales. Y conviene estructurar este material tan emotivo para darle una unidad y un orden. Existe un recurso sencillo que puede ayudarte a lograr este objetivo: la caja de recuerdos.
Como indica su propio nombre, este concepto hace referencia a un recipiente en el que puedes introducir ingredientes que tendrán un valor todavía más importante en el futuro. Por ejemplo, el cuento preferido del bebé, un peluche, la tarjeta elegida para anunciar su nacimiento, un regalo de los abuelos… ¿Cómo crear una caja de recuerdos para el bebé? En Uno más en la Familia te damos las claves para componer esta particular cápsula del tiempo.
1. Significado emocional
Es imposible conservarlo todo. De hecho, esta acumulación incrementa el desorden en el propio hogar. ¿Qué criterio puedes utilizar para decidir qué quieres guardar? Aquellos artículos que poseen un valor emocional son especialmente relevantes. Ya que dicho significado será todavía mayor con el paso de los años. A través de esos obsequios podrás viajar en el tiempo de una forma metafórica.
2. Una colonia
Una caja de recuerdos evoca múltiples sensaciones. El sentido del olfato también está directamente vinculado con la memoria del pasado. Como puedes comprobar en la etapa adulta, existen aromas que te trasladan de forma inmediata hasta instantes felices. En ese caso, también puedes incluir en este baúl tan especial la colonia que mima la piel del bebé.
3. Contexto temporal
El día en el que nace un bebé cambia la vida de la familia. Pero en esa jornada también ocurren otros muchos acontecimientos. Novedades que, a su vez, también pueden formar parte de las memorias conservadas en esta caja de recuerdos. En ese caso, puedes guardar algún recorte de noticias felices publicadas en esta fecha.
4. Prendas de ropa
El bebé utiliza un amplio número de prendas durante el primer año de vida. No es necesario guardar toda su ropa para crear recuerdos. Pero sí es recomendable conservar algún conjunto que sea más especial por algún motivo. Elige esa prenda que te encanta, un gorro elaborado a mano o un diseño heredado del hermano mayor.
5. Diario de recuerdos
Imagina el momento en el que tu hijo, cuando sea mayor, explore el contenido de una caja que está tan directamente vinculada con su propia vida. El descubrimiento de cada regalo será una auténtica aventura. Para que este legado sea verdaderamente sorprendente, es recomendable evitar la repetición. Crea una caja con un inventario variado. Un diario de embarazo, o un cuaderno de anécdotas del primer año de vida del niño, también pueden estar presentes en este repertorio.
Son muchas las personas queridas que dan la bienvenida al bebé en su nacimiento. Por ello, el libro de firmas de bautizo es otro recuerdo que conservan muchas familias.
6. Experiencias felices vividas en esta etapa
Los planes realizados no pueden conservarse de manera literal en una caja de recuerdos. Pero algunos documentos sí contienen la esencia de actividades inolvidables. Por ejemplo, guarda los billetes del hotel elegido para la primera estancia familiar, la entrada de la primera película de cine o el folleto informativo de un espectáculo infantil.
Una caja de recuerdos es una bonita cápsula del tiempo que, aunque tiene valor de futuro, realizas en presente. Y, gracias a esta recopilación de artículos, tu hijo desvelará una parte de su propia historia. ¿Qué otras cosas te encantaría guardar en este recipiente que posee un valor sentimental?
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