6 consejos para aplicar la disciplina positiva en la crianza
La disciplina positiva ha alcanzado una gran proyección en el campo educativo y familiar. En el ámbito del hogar, crea las bases esenciales para practicar una crianza respetuosa y consciente que se alinea con el desarrollo de la inteligencia emocional.
¿Cómo empezar a practicar este enfoque de manera gradual? En Uno más en la Familia compartimos seis consejos clave.
1. Firmeza y cercanía en la aplicación de las normas
Los límites y las normas que se integran en la vida del hogar no surgen de manera aleatoria. Son el resultado de una reflexión consciente que se centra en el bienestar infantil y en el bien común. Pues bien, el cumplimiento de los límites requiere de firmeza, pero también de grandes dosis de ternura, amabilidad, amor y paciencia.
2. Locus de control interno, clave para practicar la disciplina positiva
La percepción de la vida familiar y el modo de afrontarla varía en función del punto de vista. La lectura de una situación adquiere un ángulo totalmente distinto desde el locus de control interno. Es decir, cuando los progenitores conectan con su propia voz, y se ocupan de aquello que pueden gestionar, influyen en la crianza de manera proactiva.
Es decir, céntrate en aquello que puedes hacer respecto a una situación concreta. Y no olvides que el hacer no remite únicamente a la acción, la productividad y los resultados. Por ejemplo, tal vez necesites descansar y darte un tiempo si te sientes desbordado por el ritmo de los últimos acontecimientos.
3. Avanza hacia la disciplina positiva sin el filtro del perfeccionismo
Los errores intervienen en cualquier tipo de crianza porque la imperfección forma parte de la propia naturaleza humana. Sin embargo, la disciplina positiva te invita a extraer una lectura constructiva, enriquecedora, humanista y amable de aquellos errores que pueden esconder grandes oportunidades.
Es decir, la práctica de la disciplina positiva potencia la inteligencia emocional y la crianza consciente. Pero esa perspectiva no excluye la posibilidad del error o las áreas de mejora en la superación de las dificultades.
4. Talleres de inteligencia emocional y disciplina positiva para padres
La alfabetización emocional es esencial para educar en la gratitud, la empatía, el respeto, la tolerancia y la sensibilidad. La práctica de la inteligencia emocional es valiosa en la toma de decisiones, en la solución de conflictos, en la comunicación de pareja o en la elección de una escuela infantil.
También enriquece la vida familiar y el clima de convivencia. Además, ofrece un modelo de comportamiento que resulta muy positivo para el bebé. Además, compartir experiencias con un entorno que también se inspira en el valor de la disciplina positiva permite crear una red de apoyo que nutre a las familias con niños.
5. Haz un pequeño balance al final del día
¿Cómo criar de forma consciente a los niños desde el respeto a sus necesidades y derechos, pero también desde el autocuidado personal? Existe un hábito sencillo que puedes incorporar en tu estilo de vida.
Realiza un pequeño balance al final del día. Haz un breve resumen de aquellos aspectos significativos que quieres poner en valor y de posibles objetivos en los que quieres profundizar a partir de entonces.
6. Disciplina positiva de 0 a 3 años
La disciplina positiva también puede utilizarse en otras etapas. Sin embargo, si quieres adoptar dicho enfoque, comienza a practicar esta perspectiva cuanto antes.
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