6 consejos para amar a tu hijo de forma incondicional
Amar sin condiciones parece relativamente sencillo en la teoría, pero es más complejo en la práctica. Incluso en los vínculos más cercanos surge el ego y el individualismo. Sin embargo, la maternidad y la paternidad aportan un importante camino de aprendizaje en la experiencia del amor incondicional.
De hecho, muchas personas afirman que en el momento en el que tuvieron a su primer hijo descubrieron el sentido del verdadero amor. ¿Pero cómo criar, educar y acompañar a los niños desde el amor incondicional? En Uno más en la Familia lo comentamos.
1. Que tus decisiones actuales no estén condicionadas por expectativas de futuro
Educa a tu hijo desde la libertad de brindarle recursos y herramientas para llegar a ser una persona plena. Sin embargo, que tus decisiones presentes no estén determinadas por expectativas de futuro en torno a cómo te gustaría que fuese la vida de tu hijo dentro de unos años. Él tendrá la posibilidad de tomar sus propias decisiones.
2. No utilices la indiferencia para mostrar un enfado
Enfadarse es positivo y humano. Es una emoción natural que también está en conexión con el autoconocimiento. A través de esta expresión, descubres tus propios límites y tus reacciones. Sin embargo, el motivo de un enfado no debería convertirse en una razón para mostrar indiferencia. Es decir, el amor incondicional se practica a través de la presencia consciente.
3. Acompaña las emociones de tu hijo
Es esencial que estés en contacto con tus propios sentimientos. Y también es positivo que acompañes las emociones de tu hijo entendiendo que su realidad es diferente a la tuya. La dimensión de una dificultad cambia en función de la edad.
Por ello, acompaña su mundo interior sin juzgarlo o etiquetarlo con palabras que tienen más que ver con tu perspectiva que con la verdadera posición del niño que afronta la magia de las primeras veces.
4. Fortalece su autoestima y su potencial
Alimenta la autoestima de tu hijo, no su ego. Nutre su amor propio con palabras amables que le hacen sentir especial (cada persona lo es). Educa a tu hijo en la abundancia de cariño y afecto.
Es decir, regálale muchas caricias positivas. Más allá de cualquier tipo de materialismo, el verdadero bienestar emocional en el hijo se alinea con un amor materno y paterno que es firme, sólido e incondicional.
5. El amor es más que sentimiento
La vivencia del amor incondicional parece estar en constante sintonía con el sentimiento. Sin embargo, existen otros muchos ingredientes que se alinean con este factor: el compromiso, la superación, la paciencia, el perdón, la aceptación de la imperfección, el cuidado, la toma de decisiones… El amor incondicional no es perfecto, sino que se materializa a través de una aspiración para aprender a querer de forma consciente.
6. No te compartes con un ideal (ni tampoco con otras madres o padres)
No limites tu capacidad de amar a través de una trampa recurrente en el ser humano: la comparación es frecuente. Una comparación que puede hacer referencia a un ideal o, también, al comportamiento de otros padres. Valórate a ti mismo porque estar contigo es un regalo para tu hijo.
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