6 consejos para afrontar el inicio del último trimestre escolar
El curso escolar está formado por diferentes etapas que están en perfecta conexión. El último trimestre académico llega acompañado por los largos días de la primavera y las temperaturas agradables. Sin embargo, todavía no han llegado las vacaciones. Y, a pesar de que el contraste entre el ambiente invernal y la primavera es tan marcado en algunos lugares, la rutina académica no cambia en lo esencial. Es decir, los horarios siguen girando, principalmente, en torno a la actividad escolar. ¿Cómo afrontar el inicio del último trimestre del año?
1. Planificación diaria y objetivos semanales
Muchas familias tienen la sensación de que el tiempo pasa demasiado rápido. Y desde la perspectiva actual, la cercanía del comienzo del periodo estival ya está más próxima en el calendario. Sin embargo, más allá de anticipar el futuro, es aconsejable emprender el último trimestre al ritmo de la planificación diaria y los objetivos semanales.
2. Momentos especiales durante los fines de semana
Los largos días de primavera también parecen incrementar el tiempo para prolongar el ocio al aire libre. Por ello, tras el logro de tantas metas semanales y la realización de distintas tareas, el fin de semana aporta el espacio deseado para compartir planes en familia.
3. El factor temporal también puede convertirse en una fuente de motivación
La motivación externa aporta un acompañamiento positivo a los alumnos. La motivación externa también puede estar presente en la comunicación familiar. Por ejemplo, puedes animar a tu hijo con la cercanía de las próximas vacaciones conforme se aproxime esa fecha. También es un buen momento para poner en valor los propósitos cumplidos y los logros alcanzados.
4. Crear un entorno favorable para el mantenimiento de hábitos y rutinas
No pasa nada por improvisar un plan específico o ser flexible para responder ante un cambio inesperado en la agenda prevista para la tarde (cuando los niños están en casa). Sin embargo, el cambio debe aplicarse en su justa medida para priorizar el mantenimiento de la rutina que, por otra parte, favorece la práctica de hábitos y técnicas de estudio.
5. Empatía
Aunque sea importante mantener la rutina en los aspectos esenciales a lo largo del curso, el contexto cambia. Es decir, las largas tardes de la primavera y las temperaturas suaves crean un nuevo escenario. En consecuencia, los niños afrontan otras distracciones apetecibles en la hora de los deberes, por ejemplo. Es importante educar desde la asertividad, la firmeza y la inteligencia emocional. Y también es importante tener empatía con la realidad que afrontan los estudiantes en cada etapa de la vida académica.
6. Colaboración con el colegio: asistencia a las reuniones escolares
Las diferentes etapas del calendario también tienen su reflejo en el programa escolar. El enfoque de las reuniones entre padres y profesores es clave para hacer un seguimiento de la evolución de los alumnos y avanzar desde la colaboración en la formación y el aprendizaje.
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