6 características de los buenos amigos en la adolescencia
La amistad es un importante pilar en el desarrollo y evolución del adolescente. Sin embargo, en esta etapa también puede experimentar la presión del grupo o el deseo de agradar a los demás. Por ello, uno de los temas que puede preocuparte como padre es que tu hijo esté en contacto con alguien que no actúa como una buena influencia. ¿Cuáles son las características de los buenos amigos en la adolescencia?
1. Apoyo y cercanía: los buenos amigos se distinguen por su nivel de confianza
Un buen amigo actúa como un confidente. Es una persona que brinda apoyo, cercanía y presencia. De hecho, dos buenos amigos, que se reconocen desde esta perspectiva, tienen ganas de compartir vivencias, aprendizajes y experiencias personales.
2. Su compañía aporta bienestar (antes, durante y después de un plan)
La presencia y la interacción con un buen amigo aporta bienestar. Por supuesto, en la adolescencia también existen conflictos, momentos difíciles y dificultades. Sin embargo, la huella que produce un buen amigo tiene un enfoque positivo. Su influencia es constructiva porque la comunicación está basada en el respeto y la amabilidad.
3. Igualdad: no existe superioridad de uno frente a otro
En la adolescencia pueden establecerse relaciones desde roles diferentes. Sin embargo, la igualdad es una condición clave para el óptimo desarrollo de una amistad. Es decir, cada amigo conoce su propio valor, pero no se relaciona con el otro desde una posición de aparente superioridad (porque es consciente de que su amigo también es único y especial).
4. Responsabilidad
Un buen amigo no es perfecto, pero sí muestra comportamientos responsables en su vida. La adolescencia es un periodo marcado por contradicciones. Incluso, los adolescentes pueden romper las reglas o ser más vulnerables ante posibles conductas de riesgo (porque no son tan conscientes del peligro como los adultos). Pero un buen amigo aprende que todos los actos, más allá de la propia amistad, tienen consecuencias.
5. Semejanza (similitudes en común)
La semejanza, aplicada en este ámbito, no remite a un vínculo en el que dos personas son idénticas. Sin duda, las diferencias forman parte del desarrollo individual de cada ser humano. Sin embargo, la adolescencia se alinea con el descubrimiento de la identidad. Y existen muchos factores que están relacionados con esta expresión del yo: la moda, los amigos, la proyección del futuro… Generalmente, un buen amigo es aquel que comparte algún aspecto en común, por ejemplo, el interés por una afición creativa.
6. Comprensión
El adolescente se relaciona con distintos amigos dentro del grupo, con quienes tiene diferente nivel de confianza. Aquellos compañeros, que se valoran todavía más por ser mejores amigos, son comprensivos. La comprensión es clave para que un vínculo que también está expuesto a posibles desencantos, evolucione.
La amistad también es una elección. Por este motivo, es esencial que como padre acompañes a tu hijo en aquellas dudas y experiencias que se relacionan con este campo.
Comentarios cerrados