6 beneficios de los proyectos solidarios en escuelas y colegios

La solidaridad es uno de los valores que muchas familias quieren inculcar en sus hijos. Por ello, es un valor que también puede convertirse en una prioridad durante la búsqueda de un centro escolar. Es decir, es posible poner atención en una escuela que fomenta el compromiso social en sus alumnos por medio de la colaboración con diferentes iniciativas. ¿Qué beneficios aportan los proyectos solidarios en escuelas y colegios? ¿Cómo educan a los alumnos?

1. Conocimiento de otras realidades humanas

La realidad de todos los niños no es lineal. No todas las familias disponen de las mismas herramientas, recursos y oportunidades. Es una de las lecciones que aporta la solidaridad. Permite descubrir y conocer otras realidades que pueden mostrar una situación de vulnerabilidad.

2. Trabajo en equipo

Cuando los alumnos y las familias se comprometen con los proyectos solidarios que se ponen en marcha en un centro educativo, todos los integrantes colaboran para conseguir una meta común. Las acciones individuales adquieren un valor añadido cuando se integran en el marco de un proyecto de equipo que, gracias a la suma de las diferentes iniciativas, tiene un mayor alcance.

3. Educación emocional

¿Cómo transmitir valores a los niños más allá de su perspectiva teórica? ¿Cómo aportar experiencias que educan a nivel emocional? Pues bien, la participación en proyectos solidarios es clave para inculcar el respeto, la amabilidad, la sensibilidad, la gratitud, las habilidades sociales y la empatía. La colaboración con un proyecto solidario tiene un enfoque muy práctico y vivencial. En definitiva, la solidaridad impulsa la educación integral de los estudiantes.

4. La solidaridad fortalece la colaboración entre las escuelas y las familias

Los proyectos desarrollados en el ámbito educativo requieren de la participación de los alumnos. En consecuencia, las familias desempeñan una importante labor puesto que forman parte de la comunidad educativa. En torno a cada proyecto, se crea una comunicación bidireccional entre los progenitores y el centro. La institución informa a padres y madres sobre las condiciones, las características y los objetivos de cada iniciativa.

5. Motivación externa e interna: cada proyecto se alinea con un objetivo alcanzable

Aunque quedan muchas metas pendientes, la transformación social se concreta con aquellos objetivos que aportan una mejora en la calidad de vida de un grupo de personas. Los retos solidarios motivan a educadores, alumnos y familias. El desarrollo del proyecto queda perfectamente delimitado con el establecimiento de objetivos alcanzables.

6. Escuelas y colegios comprometidos con el entorno

En las aulas de escuelas y colegios estudian los profesionales del futuro. Pero, principalmente, los niños se forman a nivel personal desde un punto de vista integral, multidisciplinar y holístico. Escuelas y colegios tienen una dimensión trascendente puesto que dejan una huella positiva en la sociedad desde diferentes perspectivas. La solidaridad, que puede integrar a toda la comunidad educativa en su conjunto, alimenta el bien común.

La vuelta al cole marca el inicio de una etapa de grandes aprendizajes. La colaboración en proyectos solidarios tiene un enfoque práctico. Los participantes pueden observar la evolución del proceso hasta lograr el resultado final.

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