5 ventajas de las actividades extraescolares de verano
Las actividades extraescolares no se enmarcan únicamente durante el periodo del curso académico, sino que se prolongan durante el verano. Colegios, bibliotecas, academias y centros formativos ofrecen una agenda de actividades que se dirige al público infantil. Las actividades extraescolares desarrolladas en este contexto tienen un carácter lúdico. Son propuestas didácticas que fomentan el aprendizaje y el entretenimiento.
Los campamentos urbanos, las iniciativas que se programan lejos de casa, las escuelas de verano, las excursiones, talleres de pintura, cursos de idiomas, teatro y las clases particulares se enmarcan en este tipo de oferta. ¿Qué ventajas ofrecen las actividades extraescolares de verano? En El Blog Infantil comentamos este tema.
1. Estructurar una rutina estival
Muchas de las actividades que se convocan en este periodo se desarrollan durante el horario de mañana. La llegada de las vacaciones no implica asumir un estilo de vida marcado al ritmo de la improvisación. El orden aporta una estructura al calendario.
2. Mantener una conexión con el entorno educativo
Con el comienzo del mes de septiembre, llegará el momento de retomar los estudios. Antes de ese instante, existe un periodo de transición. Las actividades extraescolares de verano facilitan que el alumno ponga en práctica hábitos que le seguirán acompañando en el inicio del próximo curso. El enfoque de este tipo de taller suele ser eminentemente práctico. Por otra parte, los niños disfrutan del descanso propio de las vacaciones y, por tanto, se adentran en las actividades extraescolares desde otra perspectiva.
3. Diversión
Esta es una de las principales razones por las que conviene poner en valor la dinámica de las extraescolares estivales: entretienen a los alumnos. Y, además, crean un espacio de bienvenida que une al grupo que participa en torno a una misma experiencia. Los asistentes se relacionan con otros compañeros y forman un equipo. Algunos niños mantienen una menor conexión con compañeros de clase, ya que las familias tienen agendas diferentes. Pero es positivo que los peques ejerciten sus habilidades sociales en julio y agosto.
4. Descubrimiento de nuevas aficiones
El verano aporta una ocasión ideal para descubrir aficiones y pasatiempos que tal vez queden como una experiencia puntual o, por el contrario, se conviertan en un entretenimiento que el peque cultiva más allá de este horizonte. Los alumnos encuentran un espacio en el que jugar y compartir experiencias que enriquecen la historia de un nuevo verano. El alumno tiene más tiempo disponible en este periodo del año.
5. Educación en valores para vivir un verano feliz
Los valores están muy presentes en aquellas actividades que se enmarcan en el ámbito educativo, también durante el verano. Los alumnos llegarán al final de las vacaciones con grandes aprendizajes que se convierten en un importante legado. Las actividades están guiadas, además, por profesionales especializados en educación infantil que sienten vocación por la enseñanza y la formación.
Desde el punto de vista de la conciliación, estos programas para niños se convierten en un punto de apoyo para las familias que, una vez más, afrontan el reto de conciliar la vida profesional con la intimidad del hogar.
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