5 motivos para no buscar un colegio que sea perfecto para tu hijo
Las altas expectativas en torno a la elección de un centro educativo pueden llegar a obstaculizar la búsqueda de un colegio que cumple con los requisitos y variables que mejor se adaptan al niño y la familia. El término perfecto, por sí mismo, es bastante impreciso puesto que, aquello que es considerado como tal por un padre o una madre, tiene una valoración diferente desde la perspectiva de otra persona. En El Blog Infantil te damos cinco razones no buscar un colegio que sea perfecto para tu hijo.
1. La perfección que se percibe a nivel inicial suele ser aparente
Durante el proceso de búsqueda, las familias disponen de diferentes recursos de ayuda para conocer información sobre colegios y escuelas: jornadas de puertas abiertas, marketing educativo, rankings que reconocen la excelencia de las instituciones mejor posicionadas, recomendaciones de otras familias…
Sin embargo, la perfección no existe de manera literal. Puede convertirse en una aspiración positiva cuando se interpreta de forma flexible. Es decir, cuando deja espacio para la mejora, la imperfección y las carencias. Y es que, cuando un proyecto parece completamente perfecto en un primer momento, dicho nivel de perfección suele ser aparente.
2. La perfección tampoco existe en la familia, por tanto, no la busques más allá del hogar
Ningún ser humano es perfecto como queda de manifiesto en cada una de sus facetas. En consecuencia, la perfección no existe en la familia. Por tanto, no la busques más allá del ámbito del hogar porque tampoco la encontrarás. La vida académica influye de forma notable en el alumno. En muchos casos, el entorno del colegio también se convierte en un espacio cercano y familiar. Sin embargo, no es necesario que sea perfecto para que deje una huella muy positiva en el niño.
3. Ningún centro parece estar a la altura cuando la búsqueda parte desde la perfección
El proceso de búsqueda de un centro educativo ofrece el espacio deseado para consultar información y comparar diversas metodologías y proyectos. Pero el proceso debe llegar a su fin en algún momento para hacer la inscripción en los plazos establecidos. La perfección puede llegar a interferir en este contexto puesto que es muy difícil que una propuesta reúna todas las condiciones y requisitos que engloba un concepto al que cada persona concede su propio significado.
4. Los colegios cambian
Un colegio no es un ente estático. Desde el punto de vista humano, cambia y evoluciona. Por ejemplo, existen profesionales que abandonan el proyecto al llegar a la jubilación o al acceder a otras oportunidades de empleo. Algunos alumnos inician un nuevo tiempo en el centro mientras que otros, por el contrario, finalizan su etapa en la escuela. En consecuencia, un colegio cambia.
5. Aunque un centro destaque por sus valoraciones positivas, siempre hay espacio para otros puntos de vista
Aunque las opiniones positivas en torno a un colegio o escuela pongan en valor la calidad del proyecto, siempre hay espacio para otros puntos de vista, perspectivas y experiencias. Aunque el balance se incline principalmente hacia un lado, hay muchas interpretaciones.
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