5 mitos sobre la verdadera felicidad en la maternidad
La búsqueda personal de la felicidad, en diferentes periodos de la existencia, también puede estar condicionada por trampas que tienen la forma de mitos y creencias distorsionadas. La maternidad es uno de los periodos de la vida que con tanta frecuencia se vincula con la experiencia de una alegría idealizada. Con motivo de la celebración reciente del Día Mundial de la Felicidad, reflexionamos sobre cinco mitos frecuentes que, poco a poco, empiezan a quedar atrás en la sociedad actual.
1. El rol de madre eclipsa cualquier otra faceta de la vida
Que la experiencia de la maternidad sea muy importante en tu vida, no implica que otras facetas queden en un segundo plano para siempre. De hecho, el nivel de felicidad no aumenta cuando todas las expectativas se depositan en un único ámbito de la existencia.
2. La maternidad como condición para ser feliz
Es un mito que puede aplicarse a diferentes experiencias vitales. Muestra una filosofía de vida centrada en el futuro. Es decir, refleja la inercia de la anticipación en la planificación. Por ejemplo, una persona puede llegar a creer que será verdaderamente feliz el día en que sea madre, cuando tenga un segundo hijo o cuando consiga otra meta que forma parte de su proyecto de vida.
3. La felicidad se encuentra en las emociones positivas
La ilusión, la alegría, la esperanza, la amabilidad y la empatía son ingredientes que se integran en la vivencia de la maternidad. Pero el papel de madre también muestra el contacto con otras sensaciones, emociones y variables que no resultan tan agradables: las dudas, el cansancio, la tristeza, el miedo o la incertidumbre también pueden estar presentes en esta etapa de la vida.
4. No tengo derecho a quejarme, uno de los mitos que parte de una idea equivocada sobre la felicidad
La alegría por haber formado una familia deseada, la calidad del tiempo compartido con el bebé, pueden hacerte sentir una persona muy afortunada. Cultivar el valor de la gratitud es un gesto que está directamente relacionado con la conexión con la felicidad y con el presente. Sin embargo, tomar conciencia del lado amable de la existencia no implica que la queja no tenga sentido porque, incluso, puede suponer un desahogo.
Cuando una persona llega a creer que no tiene derecho a quejarse, está juzgando sus emociones y sentimientos (en lugar de validando eso que siente).
5. La felicidad en la maternidad depende de ti
El auge del pensamiento positivo ha calado en muchas personas. Desde un punto de vista constructivo, pone en valor el potencial personal por medio de la superación, la resiliencia, las creencias potenciadoras, la voluntad y la creación de nuevos hábitos. Sin embargo, el mensaje «tú puedes» no es universalmente válido y cierto en todos los ejemplos y situaciones que puedas imaginar.
El entorno, las circunstancias y el contexto influyen en el bienestar y las oportunidades a las que tiene acceso una persona. Un hecho que resulta especialmente visible tras la formación de una familia. La conciliación, por ejemplo, puede resultar muy compleja para las madres trabajadoras (y para los padres).
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