5 lecciones de vida que niños aprenden a través de los abuelos

El aprendizaje, como capacidad inherente al ser humano, es muy visible durante la infancia. Y, con frecuencia, el descubrimiento se produce en compañía, es decir, se materializa a través del ejemplo de otra persona. Los abuelos, por su propia posición vital, transmiten numerosas lecciones de vida no solo a sus nietos, sino también a sus hijos y a la sociedad. A continuación, presentamos una lista con cinco reflexiones cargadas de valores.

1. Capacidad de adaptación al cambio

Habitualmente, el ejemplo de un niño parece representar la asombrosa capacidad de adaptación al cambio en el ser humano. Sin embargo, este potencial permanece en los abuelos que, por ejemplo, han aprendido a utilizar la tecnología para estar en contacto con amigos y familiares. Es una referencia visible de lo que representa la adaptación al cambio en las personas mayores. Pero, en realidad, afrontan otros muchos desafíos en el día a día.

2. Los recuerdos son un regalo

Muchos abuelos viven intensamente su presente y, del mismo modo, hacen planes de futuro a corto plazo. Sin embargo, el legado del pasado adquiere un espacio añadido en el corazón y en la mente a partir de los 60 años (y antes de esa edad). Los recuerdos son el medio a través del que es posible conectar con la memoria vital. Reducen la distancia con aquellos que ya no están. A través de los abuelos, por medio del testimonio de anécdotas y comentarios biográficos, los nietos tienen la posibilidad de conocer a personas con las que no han coincidido directamente en tiempo o lugar.

3. La alegría personal crece a través del bien común

Generalmente, la casa de los abuelos, y ellos como protagonistas de su propia historia, unen a hijos y nietos. De este modo, su ejemplo personal envía una lección valiosa: la alegría crece en las conversaciones compartidas, en el tiempo en familia o en el sentido de pertenencia.

4. Vivir el presente como en la infancia

Los niños conectan con el tiempo presente de una forma especial durante esta etapa de su vida. Los mayores, por su parte, suelen alcanzar esa sabiduría a partir de la experiencia adquirida y la visión del paso del tiempo. De este modo, muchos abuelos ofrecen grandes lecciones a través de la búsqueda de las segundas oportunidades, el cumplimiento de sueños pendientes o la gratitud ante la rutina.

5. El niño interior permanece más allá de los años o las arrugas que se forman en la piel

La edad de los abuelos es significativamente diferente a la de los nietos. Sin embargo, la perspectiva del tiempo cambia cuando el niño interior se percibe en tantos instantes de risas, juegos, lecturas en voz alta, planes improvisados… El niño interior permanece más allá de los años o las líneas de expresión que se forman en el rostro. En ocasiones, su brillo puede apagarse por momentos en situaciones de tristeza, soledad o dificultad. Sin embargo, su esencia permanece en la sonrisa, en la mirada esperanzada o en tantos gestos de lenguaje corporal que exteriorizan la belleza interior.

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