5 cosas que cambian cuando llega el segundo hijo

La experiencia de la maternidad y la paternidad es única en cada momento. Sin embargo, la expectativa de los padres primerizos es diferente a la vivencia de quienes viven este momento por segunda vez partiendo de esta referencia previa. ¿Cuáles son las cosas que cambian con la llegada del segundo bebé? En Uno más en la familia enumeramos cinco puntos.

1. Visión de contexto en este segundo momento

Mientras que quienes viven la certeza de formar una familia desvelan cada nuevo día y cada nuevo cambio desde la ilusión del aprendizaje, la referencia de este ejemplo previo ofrece una visión panorámica de los acontecimiento vitales que acompañan no solo al periodo de embarazo, sino también, a la etapa posterior a este momento de establecimiento de una nueva rutina.

Eso no significa que la situación de ahora sea idéntica a la anterior, puesto que el cambio es una constante. Sin embargo, esta vivencia previa minimiza las dudas y aumenta la confianza en quienes protagonizan este momento de nuevas responsabilidades. A pesar de tener esta perspectiva anterior de la primera experiencia, este segundo momento también es diferente y novedoso. Porque las circunstancias también han cambiado.

2. Dificultades en la gestión del tiempo

Las horas del día siguen siendo las mismas. La atención a las necesidades aumenta. Incluso contando con una excelente planificación, surge la sensación de tener dificultades para encontrar tiempo para uno mismo o para la propia relación de pareja. Cada pareja necesita su propio proceso de adaptación para establecer una rutina personalizada. Una situación que añade cansancio, pero que también suma nuevas satisfacciones.

Las alegrías familiares aumentan cuando se comparten. Esta es una de las cosas que cambia cuando nace el segundo bebé. Surgen nuevos motivos de alegría e ilusión.

3. Nuevos cambios familiares

Cuando llega un nuevo miembro a la familia también surgen novedades en este sistema integrado por personas que establecen vínculos entre sí. Por ejemplo, con el nacimiento del nuevo bebé, el hermano mayor descubre un nuevo vínculo que hasta ese momento desconocía. Padres y madres pueden hacerse preguntas o sentir preocupación por posibles cuestiones relacionadas con esta nuevo vínculo. Por ejemplo, cómo prevenir el síndrome del príncipe destronado.

Una situación que también trae nuevos temas de conversación y de diálogo a la relación de pareja. Cada niño es diferente en su historia vital incluso siendo educado en una misma familia. Tanto con la llegada del primer hijo como en este segundo momento, los padres viven su propio proceso de adaptación. Pero lo que cambia en este segundo caso es que ahora también tienen que acompañar al niño mayor que vive su propio proceso de cambio.

4. Visión práctica en las compras

Otra de las cosas que cambia en este momento tiene que ver con la planificación de diferentes compras de productos para el bebé. Mientras que el recuerdo previo puede ser el de haber comprado de más, el ahorro de este momento está alineado con la visión práctica de quien prioriza aquellas compras que son realmente necesarias.

Este hecho no solo fortalece el ahorro, sino que también evita el riesgo de la acumulación de cosas innecesarias que limitan el espacio en casa y condicionan el mantenimiento del orden. Además, en esta etapa también es posible continuar utilizando algunas de las compras realizadas anteriormente. Esta visión práctica favorece la optimización de los minutos al no invertir tiempo en cuestiones que no son relevantes. Así como también reduce el estrés que produce la preparación de una cadena interminable de detalles vistos desde el perfeccionismo.

5. Situación vital del padre y la madre

Una de las principales diferencias que existen entre este nuevo momento y el previo tiene que ver con la propia biografía de quienes viven ambos momentos tan vitales en instantes diferentes no solo a nivel interno, sino también, en la propia relación de pareja y en las circunstancias externas. La vida es cambio y evolución, por tanto, la memoria de cada nacimiento está vinculada a los detalles de tiempo de la línea de la vida.

Existen muchos factores que cambian. El nivel de madurez, la edad, las expectativas de vida, los cambios profesionales, la situación económica, los objetivos, el nivel de autoestima, el entorno familiar… Tal vez no cambien todos estos factores pero sí pueden producirse modificaciones en algunos de ellos.

Estos cambios producidos en algunos de estos factores influyen en el modo en el que la pareja vive este nuevo momento de descubrimiento, amor y encuentro con la realidad.

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