5 consejos para superar el miedo a viajar con niños pequeños
A lo largo de la vida surgen diferentes tipos de temores. A pesar de ser diferentes, todos ellos pueden tener algún aspecto en común. Por ejemplo, el vértigo que, en ocasiones, produce la idea de no poder controlarlo todo. Pues bien, la formación de una familia también propicia el descubrimiento de nuevas sensaciones y emociones. Algunas de ellas resultan incómodas.
El miedo a viajar con niños también puede afectar a padres y madres que tienen una gran experiencia previa en la realización de diferentes trayectos. Sin embargo, ahora perciben esta posibilidad desde una perspectiva distinta.
1. Comienza con experiencias sencillas
La valentía ante el temor se conquista por medio de la consecución de pequeños objetivos. Los viajes de proximidad, por ejemplo, te ofrecen la oportunidad de disfrutar de la esencia de una escapada, pero en la cercanía del propio hogar. Esos primeros itinerarios pueden ampliarse de forma gradual en ocasiones posteriores. De este modo, creas las condiciones ideales para adquirir un entrenamiento y ganar autoconfianza.
2. ¿Qué creencias están alimentando el miedo a viajar con niños?
Esas creencias pueden afianzarse durante un largo periodo. Sin embargo, así como se adquieren, pueden desaprenderse. Por otra parte, puedes observar el ejemplo de otras familias viajeras que por medio de su testimonio inspiran a tantas personas. Planifica viajes conscientes, es decir, adaptados a las necesidades de los niños.
3. Contextualiza el temor
El miedo merece ser escuchado, pero es recomendable no alimentarlo. Por el contrario, puedes reflexionar sobre qué hay más allá del mismo. Ten en cuenta que, en ocasiones, se convierte en un muro que desdibuja aquello que se percibe en el horizonte. Sin embargo, los viajes tienen un alto valor educativo desde el punto de vista social, humano, cultural, artístico… Por ello, muchas familias deciden integrarlos en su estilo de vida. Quieren que el niño conserve este legado cuando sea adulto.
4. Busca soluciones
Los miedos que surgen ante la idea de viajar con niños suelen comenzar con la fórmula “y si…”. Esas preguntas pueden repetirse hasta el infinito en forma de un círculo cerrado. ¿Cómo ampliar el campo de opciones y poner el foco en lo importante? Céntrate en las soluciones. Por ejemplo, contrata un seguro de salud para un próximo viaje familiar que ofrece una cobertura que se adapta a vuestras necesidades.
5. Comienza con la planificación
De este modo, irás visualizando ese momento en el que el viaje se materialice en la realidad. A través de la programación le vas a dando forma. Y, por tanto, te preparas para vivir ese regalo. Actualmente, existe una extensa oferta de distintos tipos de alojamientos, destinos, planes, medios de transporte… Por tanto, profundiza en las alternativas para ir definiendo los detalles de un proyecto en familia que será inolvidable.
Porque más allá de los imprevistos y expectativas no cumplidas, los viajes compartidos aportan grandes lecciones. Aunque no elijas una fecha definitiva para emprender la escapada, puedes empezar a valorar la posibilidad de tomar la iniciativa en algún momento. Y, de este modo, ya estás alimentando una mirada diferente ante el futuro.
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