5 consejos para que los niños descubran nuevos deportes

El deporte potencia el bienestar pleno durante la infancia. Sin embargo, es importante que el niño disfrute con una experiencia. Es decir, la practica de una actividad no debe estar condicionada por la búsqueda de resultados inmediatos o las altas expectativas. En El Blog Infantil compartimos cinco propuestas para que los niños descubran nuevas aficiones deportivas.

1. Deportes de equipo

Las actividades que se realizan en grupo son muy positivas para los niños. Aportan el marco ideal para cultivar las habilidades sociales, hacer amigos nuevos y conectar con otras personas por medio de intereses en común. En definitiva, es fundamental que el niño disfrute del proceso. Un grupo unido y cohesionado influye positivamente en el aprendizaje de nuevos hábitos.

2. Actividades extraescolares de temática deportiva

Las actividades extraescolares que giran en torno a una actividad deportiva están estructuradas en diferentes niveles. Por tanto, ofrecen un alto nivel de personalización, ya que el alumno participa en un grupo homogéneo. Sus compañeros experimentan un proceso similar y parten desde una misma posición.

Es positivo que el niño tenga la posibilidad de elegir una propuesta que se dirige a su grupo de edad. También es esencial que tenga la oportunidad de cambiar de criterio si esa iniciativa no le gusta realmente.

3. Regalos de temática deportiva

Los regalos de Navidad, cumpleaños y otras fechas del calendario deben ser, principalmente, educativos. Pues bien, aquellos artículos que se clasifican dentro de la temática deportiva facilitan el descubrimiento de nuevas aficiones, habilidades y competencias que giran en torno a una disciplina concreta. Son herramientas que tienen una utilidad práctica.

4. Practicar deporte en familia

El niño puede encontrar una red de apoyo en un deporte de equipo, puesto que coincide con otros compañeros que disfrutan de una misma experiencia. Pero dicha red de apoyo también se extiende a su espacio de referencia: el hogar. Al igual que ocurre con las lecciones y valores más importantes, el ejemplo de los adultos resulta especialmente significativo.

La planificación de momentos de deporte en familia puede plantearse como un juego que ofrece la posibilidad de conseguir objetivos compartidos. Quizá uno de los progenitores sienta auténtica pasión por una actividad que ha desarrollado durante mucho tiempo. En ese caso, es posible que transmita su entusiasmo por medio de su testimonio personal.

Si este es tu caso, no deposites expectativas en el niño que puedan condicionarle en su elección. Tus mensajes y conversaciones pueden generar una huella positiva en él. Es decir, pueden ser una inspiración deportiva, pero no debes adoptar un papel directivo.

5. Libros sobre deporte

El fomento del hábito de la lectura también puede cultivarse por medio de una afición divertida. Los libros de temática deportiva educan en el valor del compañerismo, la perseverancia, la humildad, el respeto… Por tanto, existen diferentes experiencia y herramientas educativas que potencian el contacto con dinámicas que se enmarcan en el universo deportivo.

El sentido de la práctica deportiva durante la infancia no debe estar determinado por la posibilidad de que el niño llegue a destacar en una actividad. La motivación se alinea con el disfrute y el entretenimiento.

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