5 consejos para escribir un poema sobre la maternidad
La escritura autobiográfica produce un efecto muy positivo en diferentes momentos de la vida. La experiencia de la maternidad refuerza la introspección, la intensidad emocional y el descubrimiento del mundo desde una nueva óptica. Por ello, escribir un diario, una carta o un poema son ejercicios creativos que ayudan a canalizar emociones y a exteriorizar pensamientos. En el Día Mundial de la Poesía compartimos cinco consejos para escribir un poema inspirado en la maternidad.
1. Elige un tema principal
La maternidad está directamente vinculada con otros muchos temas humanos. Por ello, puedes decidir el enfoque que quieres dar a los versos. ¿Qué cuestión te interesa especialmente en este momento? Recuerda que el lenguaje de la poesía también puede tener un tono reivindicativo.
2. En primera persona o en tercera persona
¿De qué modo te sientes más cómoda? Tal vez quieras dotar a la composición de la fuerza que producen las palabras expresadas en primera persona. Eso no significa que lo expuesto en el poema te haya ocurrido a ti directamente. Por otra parte, un poema en tercera persona te aporta una mayor distancia para hablar del tema que quieres explorar.
3. Vivencia personal
Las realidades en torno a la maternidad son múltiples. Porque cada vivencia tiene un contexto y unas circunstancias propias. El poema puede dar voz a una situación basada en la propia autobiografía o, por el contrario, contar una reflexión inspirada en una historia ajena. En cualquier caso, incluso cuando escribes sobre un tema que analizas con cierta distancia, necesitas hacerlo propio a través de la escritura.
4. Cuida la estética pero sin descuidar el contenido
Un poema destaca por la belleza de una forma que está estructurada en distintos versos. Pero la atención a la forma no debe alejarte del fondo. De hecho, el contenido es el alma del poema: el núcleo esencial. Puedes darle forma por medio de una escritura con rima o sin ella. También puedes utilizar algunos recursos estilísticos. No busques la perfección. La verdadera belleza de un texto escrito reside en su verdad. Si es el primer poema que escribes en mucho tiempo, intenta optar por una composición breve. El nivel de dificultad en la escritura aumenta cuando se extienden los versos sin un límite definitivo.
5. Deja el poema durante varios días en un cajón
El momento en el que des por determinado un poema no tiene por qué ser aquel en el que escribes la última palabra. Puedes darle un tiempo al texto y dejarlo reposar en un cajón. Cuando te reencuentres con la escritura después de unos días, tendrás un punto de vista más objetivo sobre los aciertos, los errores, los cambios que quieres hacer o aquellos aspectos que ya no te gustan. Por tanto, deja que el poema descanse durante unos días y, después, continúa con el proceso creativo para pulir los detalles finales.
Por tanto, los ejercicios de escritura creativa son esenciales para crear belleza con la materia prima de las palabras. La escritura de un poema sobre la maternidad puede ser un acto íntimo que prefieres no compartir con nadie más o, por el contrario, un proyecto del que haces partícipes a aquellos que te rodean.
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