5 consejos para darte el permiso para desconectar de tu hijo
Compartir tiempo con el bebé, en calidad y cantidad, se convierte en una prioridad para los progenitores. El nuevo contexto puede hacer que, más allá del deseo de tener un espacio para uno mismo, esa expectativa se posponga de forma indefinida. Es decir, se produce una renuncia permanente para priorizar la atención de las labores relacionadas con el nuevo rol. Sin embargo, desconectar de tu hijo en momentos puntuales no es un acto de irresponsabilidad.
De hecho, puedes sentirlo como una auténtica necesidad en esta etapa. A pesar de ello, existen personas que no se dan el permiso suficiente para atender esa necesidad. El miedo al qué dirán es un posible obstáculo. Pero el propio límite puede estar relacionado con las creencias que la persona tiene sobre la idea del buen padre o de la buena madre. ¿Cómo darte el permiso para desconectar de tu hijo en momentos puntuales? En Uno más en la Familia te damos algunas ideas.
1. Conecta con tu realidad interna
La conexión con el bebé pone en relación el vínculo que existe entre el “yo” y el “tú”. Pero el centro de cada ser humano se sitúa en sí mismo. Para cuidar, también necesitas mimarte. Por ello, pon el foco en tu realidad interna y disfruta de espacios para desarrollar otras facetas de tu vida.
2. Planifica los momentos de desconexión
El arte de la improvisación es más complejo tras el nacimiento de un hijo. Sin embargo, existe una forma de dar espacio a la necesidad de tener tiempo para uno mismo. Planifica esos momentos de manera anticipada. Decide cuándo se van a producir, qué plan vas a disfrutar, durante cuánto rato se va a prolongar la actividad y quién va a cuidar del niño. La planificación es clave para visualizarte a ti mismo y a tu bebé.
3. Comienza con una propuesta que te haga sentir cómodo
En ocasiones, la idea de desconectar del bebé se pospone porque produce vértigo. Así ocurre cuando el objetivo supone una distancia con la zona de confort. Sin embargo, es probable que, si analizas diferentes alternativas, encuentres una forma de desconexión con la que te sientas cómodo. Por ejemplo, quizá la primera vez que te des el permiso de tener un momento para ti, disfrutes de un tiempo muy breve. Sin embargo, esa experiencia es valiosa en sí misma porque ha producido un aprendizaje.
4. Después de un tiempo de desconexión, el encuentro es todavía más especial
Los momentos de desconexión son positivos para ti y también fortalecen el vínculo que mantienes con tu hijo. Tras un periodo de descanso, retomas el tiempo en común con una mayor motivación, alegría e ilusión. Además, también necesitas cultivar los vínculos con otras personas.
5. Diseña un plan de acción flexible
Como hemos comentado, la planificación es clave para organizar aquellos momentos en los que te vas a regalar tiempo para ti. Sin embargo, una programación realista debe contemplar la posibilidad de que se produzcan imprevistos de última hora ante los que sea necesario hacer un reajuste en la previsión inicial.
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