5 consejos para conciliar objetivos profesionales y familiares
El mes de septiembre suele alinearse con la recuperación de las rutinas habituales. La conciliación es un tema que ocupa a las familias de forma permanente, también durante el verano. ¿Cómo conciliar los objetivos profesionales, personales y familiares en esta etapa? Te damos cinco consejos.
1. Anótalos por escrito
La escritura no solo actúa como una forma de recuerdo. También permite visualizar una información que se organiza sobre el papel. Un cuaderno, una agenda o un formato digital puede ayudarte a realizar una previsión de los próximos días. Es decir, la escritura es un medio de ayuda para mejorar la planificación y anticipar aquello que está por llegar. Además, es un medio eficaz para realizar una descripción detallada de las metas verdaderamente relevantes y prioritarias.
2. Mantén la constancia en la búsqueda de nuevas oportunidades profesionales
La conciliación de los objetivos profesionales, personales y familiares depende, en gran medida, de las propias condiciones y circunstancias de la situación profesional.
¿Qué hacer cuando el escenario actual se aleja del horizonte esperado? Mantén el foco de atención en las expectativas de mejora. Para ello, diseña un plan de acción que te permita identificar nuevas oportunidades de trabajo que se ajusten a tus prioridades.
El mes de septiembre supone el reencuentro con las rutinas habituales. Pero también es un periodo que viene acompañado por la posibilidad de intensificar la búsqueda activa de empleo.
3. Recursos de conciliación
El nivel de dificultad en la conciliación aumenta cuando la persona afronta varios factores adversos. Realiza una lista con aquellos medios y herramientas de conciliación que son viables en este contexto. Es decir, elabora un inventario y contempla diferentes alternativas para establecer un plan de acción adaptado a tus necesidades: organizar los objetivos profesionales y familiares.
4. Flexibilidad
Una estrategia planificada incrementa el nivel de respuesta en el afrontamiento de la conciliación. En ese caso, la persona adopta un rol proactivo. Aunque la planificación ofrece tantos beneficios en la práctica, es importante que el plan de acción sea flexible. Existen numerosos imprevistos y variables externas que pueden dejar su huella en la previsión inicial.
Y, en esa situación, es recomendable valorar un plan B, realizar algunos ajustes y contemplar otras alternativas. La rigidez mental impide avanzar con la fluidez deseada en un momento cambiante.
5. Diferencia entre un hecho urgente y un asunto importante
En ocasiones, un asunto importante se convierte en urgente por no haberlo atendido en el plazo previsto. La conciliación de los objetivos profesionales y personales debe poner un acento especial en el corto plazo.
Es decir, las acciones realizadas en el día de hoy pueden influir positivamente en la armonía entre ambos planos o, por el contrario, añadir una dificultad próxima. Lo urgente produce el peso de la prisa. Por ello, en la medida de lo posible es recomendable atenderlo antes de que llegue una fecha límite.
¿Qué dificultades de conciliación percibes desde la perspectiva actual cuando analizas el año anterior? ¿Qué fortalezas y aciertos quieres seguir manteniendo? ¿Qué cambios puedes realizar para mejorar la armonía entre ambos planos?
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