5 consejos para aprender y compartir en las escuelas de padres
Asistir a una escuela de padres y madres no es sinónimo de extraer lecciones valiosas a modo de causa y efecto. La visión que cada uno de los participantes tiene del proceso depende, en gran medida, de su propia disposición personal. El objetivo principal de los programas especializados en este ámbito es impulsar la formación en las familias.
Y el descubrimiento de nuevos conceptos, enseñanzas y habilidades parte de un contexto que invita a compartir vivencias. En Uno más en la Familia te damos cinco consejos para aprender y compartir si como alumno asistes a un taller de este tipo.
1. Toma apuntes
No se trata de escribir anotaciones como si estuvieses preparándote para un examen. La elaboración de apuntes forma parte de la rutina académica de los estudiantes. Pero puede trasladarse a cualquier otro ámbito formativo. Utiliza un cuaderno para anotar frases, conceptos, consejos o ideas que surgen en el contexto del aula. De este modo, puedes consultar los datos en cualquier otro momento. En caso contrario, es muy posible que llegues a olvidar cuestiones en las que te hubiese gustado profundizar.
2. Prepara algunas preguntas para la próxima sesión
Las situaciones de la rutina familiar pueden plantear desafíos y dificultades. Son circunstancias que te implican personalmente como protagonista. Y es posible que en esos instantes tengas dudas en relación con las decisiones que tomas. La experiencia práctica puede convertirse en una oportunidad para plantear preguntas específicas en la próxima sesión de la escuela de padres y madres. Ten en cuenta que los allí presentes tienen circunstancias similares. Por ello, los demás pueden aprender a partir de tu experiencia (y a la inversa).
3. Escucha de verdad
Quienes imparten las diferentes sesiones pueden compartir información que no se ajusta al punto de vista personal del alumno. Del mismo modo, la opinión de otro compañero puede alejarse de la perspectiva propia. Sin embargo, aprender significa salir de la zona de confort y observar más allá del universo personal. Por ello, el diálogo y el encuentro crean el marco ideal para compartir consejos, recomendaciones y experiencias.
4. Implicación y compromiso
El aprendizaje va más allá de la presencia en el aula. El compromiso se manifiesta en la disposición para llegar con puntualidad a la próxima sesión, en la iniciativa para proponer temas para próximos talleres y en el aprovechamiento del tiempo (y de la oportunidad).
5. Poner en común lo aprendido durante la sesión
Cuando una pareja comparte la experiencia de asistir a un taller, puede profundizar a través de la conversación en torno a lo expuesto en el aula. Pero también es posible compartir reflexiones con otros padres y madres. Algunos de los asistentes establecen lazos de amistad con otros compañeros.
Por tanto, las escuelas de padres y madres ofrecen recursos y herramientas para el aprendizaje. Pero lo verdaderamente importante es la curiosidad, el interés y la motivación de aquel que, en la etapa adulta, quiere ampliar sus conocimientos. En ocasiones, algunos de los ponentes que colaboran con escuelas de padres y madres son profesionales que también han publicado libros y artículos especializados sobre educación (también es habitual que difundan información a través de las redes sociales). En ese caso, no pierdas la oportunidad de leer algunas de las publicaciones porque te permiten conocer mejor el trabajo del autor (y aprender a través de la lectura).
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