5 causas de falta de autoridad de los padres ante los hijos
La falta de autoridad produce consecuencias en la educación de los hijos y en la vida familiar puesto que los niños necesitan desde temprana edad la seguridad que ofrecen los valores y los límites. La falta de autoridad se hace presente cuando padres y madres se sienten desbordados por el comportamiento de sus hijos observando en ellos una forma de desafiar esta autoridad constante.
El efecto de la falta de autoridad es visible en el presente, pero se agrava todavía más cuando llega la adolescencia. Conviene no vincular la competencia de la autoridad con un modelo de educación autoritaria. ¿Cuáles son los errores que alimentan la falta de autoridad de padres y madres frente a los hijos? En El Blog Infantil identificamos cinco factores a tener en cuenta.
1. Exceso de permisividad
Existe una palabra breve pero con la que todo ser humano debe familiarizarse en la práctica de la vida: «no». Los límites están en la vida misma como puedes observar con tantas circunstancias que han roto tus expectativas previas o tantas veces en las que has tenido que posponer un deseo ante la necesidad de dar prioridad a un aspecto más importante.
Sin embargo, la sobreprotección que parte de una permisividad centrada en la reafirmación de la abundancia de regalos, caprichos y ausencia de límites no produce felicidad al niño aunque a corto plazo parezca evitar una rabieta.
2. Falta de coherencia en el mensaje
Una persona puede boicotear su propia autoridad ante los hijos desde la perspectiva de la falta de coherencia en sus indicaciones y acciones. Aquella norma que consideras que es un valor fundamental para educar desde el amor y la comprensión no solo tendrá valor hoy, sino también en el futuro inmediato. Sin embargo, cuando esta referencia constante a la norma no se manifiesta en las decisiones tomadas en diferentes instantes de la vida familiar hace que el niño tenga interpretaciones contradictorias en relación con el hecho y las posibles consecuencias derivadas de esa acción.
Esta falta de coherencia no solo puede observarse a través de la falta de hilo conductor en distintos momentos, sino que este argumento también puede romperse por medio de la distancia entre la palabra y la acción. El ejemplo es una referencia constante en la educación. Por ello, cuando dices una cosa pero haces lo opuesto y caes en esta dinámica de manera frecuente estás condicionando tu autoridad.
3. Diferencia de opinión entre el padre y la madre
La educación es uno de los aspectos que a veces visibiliza las diferencias existentes en una pareja ya que cada uno tiene su propia historia y la referencia del modelo educativo recibido en la infancia. Para educar y guiar en equipo es importante dialogar y llegar a acuerdos.
De lo contrario, cuando uno de los dos concreta una norma que el otro contradice delante del niño está reforzando esta falta de autoridad. Este gesto puede producirse en cualquier circunstancia. Por ejemplo, puede darse en un proceso de divorcio marcado por dificultades de comunicación entre los padres.
No es tanto la diferencia de opinión entre el padre y la madre sino la evidencia que percibe el niño de esta falta de sintonía la que favorece una situación que se aleja del ideal de la autoridad positiva. Las diferencias de criterio son lógicas, pero es posible hablar sobre ello y llegar a acuerdos.
4. Rol de amigo
La autoridad está ligada a la figura del padre y la madre. Sin embargo, puede ocurrir que ambos intenten adoptar un rol más propio de la amistad.
Bajo este deseo a veces se encuentra el anhelo de establecer un vinculo más cercano con los hijos que el recordado con el padre o la madre durante la infancia. Sin embargo, esta cercanía es totalmente compatible con una autoridad que es indispensable para ofrecer un soporte de seguridad al niño que a lo largo de la vida tendrá diferentes amigos, pero tú eres una figura de referencia única.
5. Poco tiempo compartido en común
Una de las posibles dificultades que plantea la conciliación es la del tiempo. Un recurso que es indispensable en cualquier objetivo vital puesto que la existencia se compone de segundos, minutos y horas. En ocasiones ocurre que las clases extraescolares diarias se convierten en un modo de conciliar horarios cuando en realidad el niño debería tener una agenda propia de su edad en la que el juego es uno de los pasatiempos principales.
¿Por qué el hecho de compartir poco tiempo con los niños puede derivar en una pérdida de autoridad? Porque esta convivencia es clave para conocer a cada niño como un ser único. Y, a su vez, a través de este tiempo también te dejas conocer. La historia del vínculo afectivo se compone de vivencias compartidas en común. En la actualidad, surge una nueva dificultad en relación con el tiempo. Y es que, a pesar de que la familia se encuentre presente en un mismo lugar, es posible estar ausente a nivel emocional a través de la atención a los dispositivos móviles.
Existen distintos libros que puedes consultar para profundizar sobre esta propuesta de autoridad positiva.
- Uno de los libros es «100 ideas para que tus hijos te obedezcan (sin gritos ni amenazas)«, de Anne Bacus.
- «Educar sin perder los nervios: Guía emocional para transformar tu vida familiar» es una propuesta de Tania García.
- «Disciplina sin lágrimas: Una guía imprescindible para orientar y alimentar el desarrollo mental de tu hijo» es otra lectura que puede darte ideas. Un libro escrito por Daniel J. Siegel y Tina Payne Bryson.
- «Educar con criterio, criterios para educar«, un título muy interesante de Javier Urra. Si buscas un título con una visión práctica, esta guía puede inspirarte.
Por tanto, estas son solo algunas de las causas de falta de autoridad que pueden darse en una familia. Pero cada historia es única y diferente a las demás. La asistencia a escuelas de padres y madres puede ser una experiencia de aprendizaje para quienes desean obtener nuevas ideas, recursos y herramientas para educar desde la autoridad positiva.
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