5 buenas razones para enseñar a los niños a reciclar en casa
El reciclaje es una práctica que produce beneficios muy importantes en relación con la protección del entorno. Sin embargo, la puesta en marcha de iniciativas que hacen posible este objetivo depende, en gran medida, de la implicación individual, familiar y social.
Por ello, aunque el reciclaje puede estar integrado en la educación ambiental en la escuela, sin duda, también puede enmarcarse en el estilo de vida familiar a través de hábitos y valores. En El Blog Infantil compartimos cinco buenas razones para enseñar a los niños a reciclar desde temprana edad.
1. Crear una relación responsable con el entorno
Los niños establecen diferentes vínculos durante su infancia. Estos lazos no solo pueden tener un componente humano y emocional. La conexión también se produce entre el ser humano y la naturaleza como expresión de hogar. Por ello, el reciclaje transmite valores que son esenciales para crear un vínculo positivo con el entorno.
2. Adoptar un estilo de vida sostenible
El estilo de vida familiar no tiene por qué ser inamovible. De hecho, suele ser flexible puesto que se producen numerosos cambios como muestra el propio crecimiento infantil (y las necesidades que surgen con cada nueva edad). Sin embargo, los aspectos esenciales del estilo de vida sí pueden mantenerse a largo plazo. Los valores sostenibles son un buen ejemplo de ello. Y algunos valores pueden interiorizarse a través de la práctica y la experiencia desde la infancia.
3. Reutilizar recursos que pueden transformarse de forma positiva
El reciclaje es un proceso que resulta esencial para dar una nueva vida a recursos que, en caso contrario, no tienen una finalidad tan constructiva. Es decir, no se utilizan de manera eficiente. Y ese aprovechamiento, por otra parte, es clave para gestionar de manera responsable los medios disponibles (no solo los naturales).
4. El poder del ejemplo cotidiano puede convertirse en costumbre
Los niños pueden aprender a reciclar a través de experiencias que se integran más allá del hogar. Sin embargo, la casa es un ámbito de referencia que tiene un especial significado por aquello que representa a largo plazo, al igual que el ejemplo de los familiares que se implican en la tarea de educar en valores como el reciclaje. Es decir, es un valor que puede acompañarse con sus correspondientes acciones prácticas.
Y las lecciones que se alinean con vivencias se interiorizan con más fuerza. Es decir, las rutinas que se integran en el marco del hogar son esenciales para dar continuidad y seguimiento a la práctica del reciclaje que no adquiere un enfoque puntual, sino permanente en el tiempo.
5. Compromiso con el futuro y con el bien común
La práctica del reciclaje protege la conservación de los espacios naturales, así como también reduce la contaminación. Por ello, es una acción que pone en valor el compromiso de futuro que los niños pueden empezar a desarrollar durante sus primeros años de vida. Ese compromiso con el futuro es el reflejo de una mentalidad que, por otra parte, también repercute en el bien común de la sociedad actual (y en las próximas generaciones).
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