5 beneficios del periodo de adaptación a la escuela infantil
La escuela infantil es un espacio educativo que ofrece muchos beneficios a niños y familias. Sin embargo, la integración en la nueva rutina requiere de un proceso de adaptación. Un proceso que habitualmente está perfectamente contextualizado en el centro. De este modo, escuelas y familias mantienen una comunicación cercana y acompañan a los niños en este periodo. ¿Qué beneficios ofrece la fase de la adaptación?
1. El plan de acción tiene un enfoque integral
El proceso de adaptación atiende las necesidades de los niños. Esta situación produce cambios significativos en la rutina de los peques. Tienen que acostumbrarse a un nuevo entorno. Además, se integran y relacionan con un nuevo grupo formado por personas diferentes. En definitiva, se alejan de su zona de confort habitual y se separan durante un tiempo de sus familias.
2. Un tiempo de transición
El impacto del cambio se minimiza en la práctica a través de una transición que facilita la incorporación a un nuevo entorno. El proceso de adaptación es paulatino, flexible y gradual. La experiencia ofrece recursos y herramientas de ayuda para afrontar las dificultades que irrumpen en el proceso.
3. Acompañamiento emocional
Las características del periodo de adaptación se alinean con las necesidades del niño. Desde el punto de vista emocional, es frecuente que el peque experimente sensaciones desagradables cuando se distancia de su entorno de referencia: el hogar. Ese espacio que representa la confianza, la seguridad y el bienestar. Las emociones y sentimientos experimentados, aunque pueden ser desagradables e incómodos, no son negativos.
Sin embargo, el periodo de adaptación aporta el acompañamiento deseado en las diferentes etapas de un proceso que es único en cada caso.
4. Apoyar a las familias
La adaptación al centro escolar no solo supone un cambio significativo para el propio niño, sino también para las familias. Habitualmente, son muchas las preguntas que surgen en este contexto.
Pues bien, el periodo de adaptación es positivo para planificar esta etapa. Las familias obtienen información clave, resuelven sus dudas y colaboran de forma coordinada con el centro. Una colaboración y un asesoramiento que aportan confianza y tranquilidad. Es decir, se reduce el nivel de incertidumbre. La forma en la que el entorno familiar vive este momento influye directamente en el propio niño.
5. Atención personalizada
No existe una única forma de vivir este proceso. Pero el propósito del protocolo adoptado es facilitar la incorporación de nuevas rutinas. Es decir, motivar al niño para que disfrute del nuevo ciclo. Pues bien, como cada alumno recorre un camino que es único en sí mismo, la atención personalizada es clave para aportar un verdadero acompañamiento en un momento tan importante.
El periodo de adaptación facilita la comunicación entre escuelas y familias. Por otra parte, repercute positivamente en el bienestar infantil.
Por tanto, la escuela infantil es un espacio de descubrimiento, crecimiento y evolución. Pero también es un entorno de socialización, de aprendizaje de nuevos hábitos y de desarrollo de la autonomía personal. El periodo de adaptación simplifica aquellas dificultades que surgen ante el efecto de un cambio que es positivo en sí mismo.
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