5 beneficios de la expresión corporal en los niños
La expresión corporal acompaña al ser humano desde el inicio de su existencia. El nivel de expresividad evoluciona conforme el niño crece y adquiere nuevos recursos para comunicarse. El cuerpo se convierte en una vía de comunicación desde los primeros días de vida.
¿Cuáles son los beneficios de la expresión corporal en los niños durante el proceso de crecimiento? En Uno más en la Familia comentamos esta cuestión.
1. Encuentro con el otro
La propia disposición de los ojos mira hacia la alteridad. La mirada se centra en lo externo y, en consecuencia, la expresividad propicia el encuentro con personas cercanas. La expresión ofrece una forma de interactuar con otras personas y, también, con el entorno. Por ejemplo, la expresividad puede acompasarse con el ritmo de una canción infantil o con la lectura de un cuento.
2. Desarrollo del movimiento
La expresividad también está relacionada con el movimiento y los gestos. El niño adquiere un mayor nivel de autonomía para desarrollar nuevas acciones. Así como cuando un niño aprende sus primeras palabras, y comienza un viaje en el que se adentra en el conocimiento de nuevos conceptos, el lenguaje corporal también se enriquece a partir de la experiencia. El desarrollo del movimiento es un reflejo de la libertad.
3. Expresión del yo
Las relaciones personales se afianzan en distintos tipos de comunicación. El emisor envía un mensaje que se dirige al destinatario. Pero, además, también se muestra a sí mismo ante el otro. Es decir, expresa su verdadera esencia. Cualquier niño es único, irrepetible y especial. Cualidades que también están presentes en las características propias de su lenguaje corporal. Una expresión que fortalece la autoestima y el amor propio.
4. Expresión de estados de ánimo
El lenguaje emocional y afectivo tiene múltiples matices. La descripción de un estado de ánimo también puede transmitirse a través de recursos que van más allá de la palabra. Quizá el niño no tenga la capacidad de decir cómo se siente y, sin embargo, sí muestra su estado actual por medio de su expresividad corporal. Así ocurre cuando lo exterior se alinea con el mundo interior de la persona. Ambos planos forman parte de una misma realidad.
5. Conocimiento del propio cuerpo
La expresividad es una forma de comunicación por medio de la que el niño interactúa con otras personas y con el entorno. Pero esta expresión también propicia el conocimiento de uno mismo. Un hecho que resulta muy positivo para la adquisición potencial del control corporal que también puede mostrar una reacción emocional.
La expresividad, por otra parte, refuerza los vínculos afectivos. Por último, conviene puntualizar que esta capacidad incrementa el bienestar personal porque el ser humano, en esencia, posee una naturaleza social. Y, en consecuencia, es más feliz cuando comparte momentos significativos con los demás. La sonrisa del bebé es un ejemplo de gesto significativo para los padres.
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