5 beneficios de la estimulación sensorial en los bebés
El juego es un ingrediente de felicidad que también tiene su significado en la etapa adulta. Por medio de los instantes felices de los juegos sensoriales, el niño experimenta cada día en el contacto directo con el entorno. El niño recibe información del entorno a través de sus sentidos. Por medio de esta estimulación sensorial, el bebé crea experiencias que producen un aprendizaje. Al elegir juguetes para el bebé, puedes seleccionar propuestas que forman parte de esta categoría de juegos sensoriales.
¿Cuáles son las ventajas de la estimulación sensorial en la etapa de 1 a 3 años? La estimulación sensorial puede enfocarse en una vía de información específica, por ejemplo, la táctil o en varios sentidos que intervienen en una misma dinámica. El cerebro del bebé percibe esta información recibida por medio de los sentidos. El niño no solo se relaciona con las personas que forman parte de su círculo inmediato, sino también con el entorno de un lugar. Este descubrimiento incrementa su seguridad.
1. Descubrimiento de nueva información
Por ejemplo, el bebé experimenta sensaciones diferentes en torno a diversas texturas y materiales. Conecta con la información observable de la realidad en relación con el color, el tamaño, la forma y la textura. Todos los sentidos son igual de importantes y esta es, precisamente, una de las grandes fortalezas de esta estimulación sensorial. La información visual no resta protagonismo a los datos que el niño percibe a través de los demás sentidos. Es decir, este planteamiento tiene un enfoque multisensorial.
La importancia de este tipo de estimulación se muestra en el hecho de que este refuerzo está muy presente en el cuidado del niño aunque padres y madres no den este nombre específico a algunas de las dinámicas que llevan a cabo al desconocer este concepto. El momento del baño, por ejemplo, tiene este factor sensorial.
2. Bienestar del bebé
Esta estimulación sensorial también nutre la calidad de vida de los bebés como muestra, por ejemplo, el poder de una caricia que conecta con el sentido del tacto. A su vez, las palabras bonitas también estimulan el sentido auditivo no solo en su sonoridad sino también en el tono expresado. La combinación del mensaje verbal y el abrazo es otro ejemplo de estimulación sensorial.
3. Desarrollo de la curiosidad
La belleza del entorno está ahí para ser descubierta. La curiosidad es un motor que despierta el interés del bebé por experimentar esta realidad observable desde su punto de vista. Por medio de esta estimulación sensorial acompañas al bebé en este descubrimiento, al reforzar su curiosidad. Esta experimentación sensorial fortalece el desarrollo cognitivo del protagonista.
Esta primera etapa vital es especialmente relevante para el aprendizaje. Aunque todo ser humano puede seguir aprendiendo más allá de la jubilación, este momento es especialmente significativo en relación con este propósito. Esta estimulación sensorial se lleva a cabo en un contexto vital muy relevante. El significado de este momento no solo tiene valor por sí mismo, sino también por su influencia en la evolución posterior.
4. Inteligencia emocional y desarrollo social
El ser humano es social desde que nace. Esta referencia al otro es una constante incluso en esta etapa temprana de la vida. Por medio de estos juegos de estimulación sensorial, el padre y el bebé se divierten y comparten tiempo en común. Los propios adultos pueden volver a redescubrir la importancia que tienen los sentidos, no solo la vista.
En un momento tan visual como este, cuando el ser humano pasa tanto tiempo ante la pantalla de un dispositivo tecnológico, no estimula tanto otros sentidos como, por ejemplo, el olfato. A través de estas dinámicas de estimulación sensorial, el bebé conecta con el entorno y también refuerza la conexión con su padre y su madre. Las caricias, por ejemplo, son un alimento que refuerza la autoestima del bebé.
5. Conocimiento corporal
El ser humano tiene cinco sentidos por medio de los que percibe esta información exterior del entorno inmediato. A estos cinco sentidos se suman dos más. El sistema vestibular remite al sentido del equilibrio del bebé. El sistema propioceptivo ofrece información sobre el movimiento y la posición corporal en relación con el entorno espacial.
Por tanto, el aprendizaje es un aspecto especialmente relevante en la vida de un ser humano. Y esta estimulación temprana influye positivamente en esta asimilación de nueva información en torno a aquello que el niño experimenta por medio de sentidos que conducen a sensaciones propias de cada vía de conexión con el exterior.
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