5 beneficios del autocuidado emocional para madres y padres
En ocasiones, el autocuidado parece quedar en el último puesto de la lista de prioridades de padres y madres. Y, sin embargo, el cuidado personal produce un doble beneficio. Por una parte, fortalece la salud integral. Pero, además, la persona se siente más preparada para conseguir sus objetivos familiares y profesionales. Los hábitos saludables y la atención de las propias necesidades siempre son importantes. Pero adquieren una relevancia esencial en un contexto de pandemia que puede derivar en un mayor sentimiento de soledad. ¿Qué beneficios ofrece el autocuidado en padres y madres? En Uno más en la Familia lo comentamos.
1. Potenciar el bienestar corporal
A través del cuidado emocional también mimas tu cuerpo. Algunas molestias físicas están vinculadas con el estrés crónico. Por el contrario, el bienestar interno produce calma y tranquilidad. Ingredientes que, a su vez, propician la relajación corporal.
2. Aprender a relativizar para recordar qué es lo importante
Existen muchos aspectos de la rutina que, aunque parecen urgentes, son secundarios. Especialmente, en aquellos momentos en los que, por diferentes circunstancias, tienes que priorizar y centrarte en algunos objetivos de la lista. El autocuidado es uno de los propósitos que debes practicar de forma habitual. Cuando pones el foco en lo esencial, adquieres la perspectiva necesaria para relativizar otros factores.
3. Cuidar del bebé
El cuidado del bebé está muy vinculado con el plano emocional. Existen muchos sentimientos y emociones que puedes experimentar en la relación con tu hijo. Respuestas que surgen en las diferentes situaciones del día a día. La amabilidad, la empatía y el amor con el que te tratas a ti mismo, nutren al bebé.
4. Prevenir el agotamiento emocional
Uno de los riesgos de la falta de descanso es la sensación de haber llegado al límite del agotamiento. El autocuidado te permite dedicarte el tiempo, la atención y el espacio que necesitas, aunque sea en pequeñas dosis. Cuando pones el foco en ti, conectas con emociones y sensaciones que te ofrecen información sobre cómo te encuentras.
Otras personas pueden ser un apoyo importante en tu vida. Se convierten en una red de ayuda para afrontar la crianza, los imprevistos y el futuro. Pero tú eres tu principal compañía cuando te escuchas, te hablas de forma positiva y valoras tus necesidades. Cuando eso sucede, alimentas tu resiliencia (en la maternidad o en la paternidad).
5. Educar de forma consciente sin repetir patrones limitantes
Uno de los riesgos que produce un estilo de vida centrado en la prisa, o en la ocupación constante, es que el sujeto toma muchas decisiones de forma automática. Es decir, no existe una reflexión previa en torno a los motivos de esa elección. El rol de padre o madre también está vinculado con el papel de hijo/a. En ocasiones, se repiten patrones heredados que no están alineados con la visión personal sobre la educación, la familia y la felicidad.
Sin embargo, los patrones heredados también pueden prolongarse a partir de la falta de conexión con uno mismo. El autocuidado emocional se nutre con la introspección y el autoconocimiento. De este modo, profundizas en tu ser personal y en la etapa en la que estás ahora.
Existen distintos tipos de autocuidado. Y en el artículo de hoy ponemos el acento en un aspecto en concreto: el plano emocional.
Comentarios cerrados