5 beneficios de los juegos tradicionales en el recreo del colegio
La esencia de los juegos tradicionales permanece, de hecho, es una forma de entretenimiento que pasa de generación en generación. Son dinámicas que se desarrollan al aire libre: son habituales en pueblos y ciudades. Con frecuencia, el patio del colegio es el lugar en el que muchos alumnos descubren nuevas propuestas de ocio. ¿Qué beneficios aportan los juegos tradicionales cuando se integran este contexto?
1. Dinámicas de grupo que favorecen la participación
Muchos de los juegos tradicionales facilitan la participación de diferentes participantes. De este modo, favorecen la implicación, el encuentro y la creación de experiencias compartidas. En definitiva, fortalecen el sentimiento de pertenencia y la integración durante la hora del recreo.
2. Propician la observación
Los juegos tradicionales tienen una estructura sencilla. Los niños descubren las claves de una propuesta por medio de las indicaciones correspondientes. Pero el propio ejemplo de aquellos compañeros que se divierten con un pasatiempo concreto, facilita el descubrimiento de la actividad a quienes, como espectadores de esa escena, observan el desarrollo del proceso.
3. Favorecen la comunicación y el desarrollo de habilidades sociales
Los niños crean un universo común por medio de aquellos juegos tradicionales que favorecen el compañerismo, la comunicación y el desarrollo de las habilidades sociales. De hecho, son dinámicas que adquieren su sentido pleno en el contexto del grupo y del encuentro con los otros. A lo largo del tiempo, los niños pueden formar parte de una actividad como participantes directos de un juego, pero también como espectadores.
4. Se alinean con el contexto educativo del patio del colegio
La dinámica de los juegos tradicionales se adapta perfectamente al ámbito al que hacemos referencia tanto en relación con el espacio como con el tiempo. Son dinámicas que se realizan al aire libre (en entornos seguros). Pero los niños no necesitan otros muchos materiales para disfrutar de este tipo de entretenimiento. Por otra parte, la estructura del propio juego se adapta perfectamente al tiempo del recreo. Los niños aprenden el sentido positivo de las normas y su aplicación directa en el contexto del juego. Practican valores que fortalecen los vínculos con los demás. Y aprenden a resolver las diferencias que surgen en torno al proceso.
5. Potenciar la cultura y las tradiciones en la hora del recreo
El colegio es una institución educativa desde un enfoque holístico. Todos los espacios que lo componen fortalecen el aprendizaje: el comedor escolar, la biblioteca del centro, el salón de actos y el aula ejemplifican esta cuestión. Pues bien, la formación y el descubrimiento se amplían a la hora del recreo. Los juegos tradicionales tienen un importante valor cultural. Muestran un valioso legado que une a las familias de los alumnos y a las diferentes generaciones de un mismo centro escolar.
Como hemos comentado, los juegos tradicionales acompañan a cada generación. Pero adquieren una relevancia especial en un contexto tecnológico como el actual. Su descubrimiento en la escuela aporta nuevos recursos y herramientas de ocio que los alumnos pueden disfrutar durante su tiempo libre.
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