
La sudoración en el ser humano es un síntoma de que nuestro cuerpo va regulando la temperatura, de ahí que en verano sea más frecuente. Pero también es cierto que hay ciertas patologías o situaciones en nuestra vida en el que el sudor aumenta. El estrés, hábitos de vida inadecuados o alguna enfermedad, pueden aumentar la sudoración. Y entre todas ellas también nos encontramos con el embarazo.
Ya sabemos lo complicado que nos resulta, a menudo, encontrar el nombre perfecto para nuestro bebé. Para hacerlo podemos seguir varios criterios. Buscar entre los familiares y tradicionales, y que van pasando de padres a hijos. Elegir entre aquellos que están a la última moda o, también, como ya os hemos propuesto en nuestra entrega anterior, recurrir a la ficción para encontrar aquel que más nos gusta.
Dentro del mundo literario, las guías para ofrecernos consejos, en cualquier momento de nuestra vida, tienen mucho éxito. No en vano estamos asistiendo a un floreciente crecimiento de literatura basada en consejos prácticos, en muchos casos espirituales o de contacto con nuestro yo interior, con el fin de hacernos la vida mucho más fácil. Saber encauzar nuestro camino, buscar la felicidad en las pequeñas cosas o saber encajar los duros golpes que nos ofrece el destino, son algunas de esas metas que los libros nos ofrecen y que pueden resultar especialmente útiles en nuestro día día.
Desgraciadamente son muchas las enfermedades, llamadas "raras", que todavía están por investigar. Se trata de grandes males que sufren un número bajo de personas y que, quizás por ello, no se ponen los medios suficientes para encontrar una cura pero, sobre todo, una prevención.
Todos conocemos el mito de Narciso, aquel joven que quedó prendado por su propia imagen y murió preso de sí mismo. La verdad es que la mitología nos enseña muchos comportamientos y vicios propios del ser humano y que, parece ser, se repiten a lo largo de la historia con idéntica intensidad. Intentar no caer en ellos, especialmente en aquellos que pueden ser dañinos, sólo es cuestión de equilibrio.
Ya estamos inmersos en una nueva estación: la primavera. Con ella llegan muchos cambios, especialmente en la naturaleza y en el ambiente. Parece que ya estamos más predispuestos para el calorcito, salir a la calle y disfrutar de todo lo que el medio ambiente nos ofrece. Paseos por el campo, viendo como los árboles se llenan de flores o como parece que todo nuestro alrededor estalla en mil colores.
Se acaba de conocer un estudio que se ha realizado en la Universidad de Barcelona, y publicado en la revista Psychological Science, sobre la manera que tienen los bebés de aprender el idioma o la lengua en la que se crían, comprobando que si este entorno es bilingüe, los niños se fijan más en los labios del que le habla y durante más tiempo.
Junto a las imágenes que acompañan este post debería aparecer la leyenda “pueden herir la sensibilidad del lector”; en verdad creo que hay pocos seres en la naturaleza más repulsivos que la oruga procesionaria. Sin embargo conviene que estemos avisados, y más teniendo en cuenta que hoy en día, la falta de contacto con el medio natural, dificulta el conocimiento del mismo.
Cuando a nuestro bebé se le presenta alguna enfermedad o problema de salud, lo más normal es que se manifiesta a través de la fiebre. Es la forma que tiene nuestro organismo de defenderse ante el ataque de un virus, una bacteria o cualquier otro "bichito" invasor, por eso no debemos entenderla como un síntoma benigno que nos alerta del peligro.