10 motivos para visitar con frecuencia a los abuelos en verano

10 motivos para visitar con frecuencia a los abuelos en verano

Escrito por: Maite Nicuesa    25 julio 2022    3 minutos

El verano modifica la rutina de muchas familias y, con frecuencia, deriva en un mayor sentimiento de soledad en las personas mayores

El verano es uno de los periodos del año en el que algunas personas experimentan un mayor sentimiento de soledad. El cambio de rutinas adoptado por familiares cercanos y amigos próximos puede crear una mayor distancia en vínculos que tienen un contacto más habitual a partir del otoño. En El Blog Infantil compartimos diez buenos motivos para visitar con frecuencia a los abuelos durante las vacaciones.

1. Un verano intergeneracional

Las experiencias estivales pueden enriquecerse con la perspectiva que ofrecen aquellos momentos que unen a diferentes generaciones. Las personas mayores aportan experiencia y lecciones de vida. Además, comparten anécdotas de un tiempo pasado que forma parte de la memoria y de la propia historia.

2. Invertir el tiempo para crear nuevos recuerdos

La edad de abuelos y nietos pone de manifiesto que existe una distancia intergeneracional. Pero cualquier distancia se reduce a partir de un punto de encuentro: el presente. Un presente que, durante las vacaciones de verano, adquiere la forma de días que parecen infinitos y una rutina flexible.

3. Profundizar en la relación

La calidad de un vínculo afectivo no queda determinada por el tipo de lazo que une a dos personas. La historia protagonizada por ambas depende, en gran medida, de aspectos concretos de ese relato vital. Los encuentros frecuentes fortalecen la comunicación, la confianza, la complicidad, el conocimiento mutuo y la cercanía.

4. Conectar con el valor de lo esencial

El orden de prioridades familiar puede variar en función de distintas circunstancias. Pues bien, cuando la visita a los abuelos se mantiene como un objetivo principal, se envía un mensaje valioso a los niños: ese encuentro representa el valor de lo esencial.

5. Incrementa la resiliencia en abuelos y nietos

El apoyo familiar eleva el nivel de resiliencia personal. Pero para fortalecer la resiliencia es necesario alimentar los vínculos para que crezcan, evoluciones y se transformen.

Visitar A Los Abuelos En Verano

6. Buscar la felicidad en lo cotidiano

Existen numerosos planes estivales que pueden unir a diferentes generaciones: una sesión de cine al aire libre, un paseo al atardecer, un viaje a un destino cercano, la lectura de un libro en voz alta, una sesión de fotos, una comida familiar…

7. Cuidado emocional

Con frecuencia, los abuelos se convierten en un pilar de la conciliación familiar. Pero el cuidado es bidireccional. Las visitas frecuentes ofrecen un cuidado emocional a aquel que, en cada encuentro, recibe alegría, ilusión, reconocimiento, respeto, amor y agradecimiento.

8. El tiempo pasa demasiado rápido

Es uno de los mensajes que repiten con frecuencia las personas que han superado 60 años. El tiempo parece pasar a una mayor velocidad entonces que en la niñez. Pues bien, existe una respuesta proactiva frente a esta realidad: la planificación de un calendario que se alinea con objetivos personales. Es decir, la gestión eficaz de los días. El tiempo pasado no vuelve para abuelos, padres o nietos. No es posible reescribirlo. Sin embargo, existe la posibilidad de crear ahora circunstancias favorables para el encuentro.

9. La felicidad está en dar y recibir

Pero, especialmente, se encuentra en el equilibrio entre ambos verbos. Dar y recibir son dos acciones que remiten a un vínculo bidireccional en el que cada uno aporta su esencia. Son dos acciones que se complementan mutuamente. Aquel que comparte su ilusión, recibe una mayor alegría.

Visitar A Los Abuelos Con Frecuencia Durante El Verano

10. Educar con el ejemplo en valores familiares

Visitar a los abuelos transmite una lección valiosa a los niños que interiorizan valores familiares a través del ejemplo que observan en sus progenitores.

Por tanto, existen importantes motivos para visitar a los abuelos con frecuencia durante el verano.

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