10 consejos para crear una cultura de aprendizaje en casa
La cultura de aprendizaje está muy arraigada en el ámbito educativo. Es decir, forma parte de la filosofía y de la misión de colegios y escuelas. Sin embargo, el propio hogar puede convertirse en un espacio que promueve la observación, el descubrimiento, el pensamiento crítico, la experimentación, el juego, la animación a la lectura y la estimulación sensorial en los niños. ¿Cómo crear los cimientos de una cultura de aprendizaje en casa que motiva y potencia el talento infantil? En El Blog Infantil proponemos diez sugerencias.
1. Uso pedagógico de la tecnología
La tecnología aporta recursos de ocio cultural, formación de idiomas y aprendizaje sobre otras materias. Su integración en el hogar debe contextualizarse dentro de unos límites constructivos en relación con la finalidad, el tiempo de uso y los hábitos. Por ejemplo, es importante que la tecnología no se convierta en una distracción negativa en las conversaciones en torno a la mesa.
2. Evita el exceso de regalos y de propuestas de entretenimiento
La sobreprotección de los progenitores también puede materializarse en la planificación de actividades constantes durante el tiempo libre. Así sucede cuando una extensa lista de planes evita que el niño tenga cualquier espacio vacío. El aburrimiento es positivo a nivel existencial y creativo.
3. Practica el valor de la escucha
La cultura de aprendizaje va más allá de la transmisión de conocimientos que se produce de padres a hijos o de abuelos a nietos. El aprendizaje es un proceso que está respaldado por las vivencias y la experiencia personal. El valor de la escucha, que está íntimamente ligado al diálogo y al refuerzo de la autoestima infantil, favorece la creación de una cultura de aprendizaje.
4. Aprendizaje centrado en retos y objetivos
Los descubrimientos más significativos pueden concretarse en retos que parecen sencillos en apariencia, sin embargo, suponen una preparación para conquistar próximos desafíos. El inicio del nuevo año, pero también cualquier otro periodo del calendario, es clave para establecer objetivos en familia.
5. Crea una zona de lectura en casa o visita la biblioteca con frecuencia
Una pequeña biblioteca casera es el complemento perfecto de la zona de estudio infantil. El niño dispone de material práctico para consultar fuentes de información sobre diferentes temas. También accede a herramientas que potencian la investigación sobre distintos objetos de estudio. Es un espacio que puede integrarse en el hogar o disfrutarse en una biblioteca pública (mediante un uso responsable).
6. Elogia el esfuerzo y la constancia
En ocasiones, las palabras de reconocimiento ponen el acento en los resultados que el niño ha conseguido en un ámbito concreto. Sin embargo, la cultura de aprendizaje se alinea con valores esenciales como la constancia y el esfuerzo. Porque hace referencia a un camino que se recorre como un constante proceso.
7. Aprendizaje experiencial
Las actividades de ocio desarrolladas en casa, en espacios naturales o en museos para niños proponen experiencias significativas que promueven la asimilación de nuevos conceptos, destrezas y habilidades.
8. Motivación externa
Los niños se concentran más en una actividad que se aliena con sus intereses. La implicación interna también puede reforzarse por medio de la motivación externa que se fortalece con el acompañamiento no directivo. Y, también, con la creación de un ambiente estructurado y preparado que eleva la autonomía infantil.
9. Orden
La cultura de aprendizaje en el colegio pone en perspectiva la importancia del cumplimiento de unos horarios que favorecen el establecimiento de una rutina. Por otra parte, el orden y la armonía van más allá de la gestión del tiempo: se perciben visualmente en la organización de las instalaciones. Dichos principios también pueden trasladarse al domicilio para fortalecer el entorno de aprendizaje infantil.
10. Personalización
El itinerario académico está estructurado en asignaturas. El niño adquiere una visión general de las diferentes materias. Pues bien, la personalización influye positivamente en el acceso a nuevas oportunidades que responden a los gustos, intereses y preferencias del niño durante el tiempo libre.
Cuando la cultura de aprendizaje en casa se alinea con las oportunidades que ofrece el propio entorno educativo, el niño disfruta de un horizonte de crecimiento y desarrollo pleno a nivel emocional, intelectual, creativo y personal.
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