10 buenas razones para jugar con tu hijo
Durante las vacaciones de verano, padres y madres tienen más tiempo para compartir juegos con sus hijos. Sin embargo, el juego es un ingrediente necesario durante todo el año. En El Blog Infantil enumeramos diez buenas razones para jugar con los niños en cualquier periodo del calendario.
1. Vivir el presente
Como padre o madre puedes observar lo rápido que pasa el tiempo a partir de la propia evolución de tu hijo vista en fotografías. El tiempo avanza de manera inevitable y este presente que es la infancia de tu hijo no vuelve. Cuando juegas con tu hijo no solo inviertes en su felicidad actual sino también en el futuro a través de la memoria feliz que produce este recuerdo de amor. Estos minutos son minutos de calidad.
2. Caricias emocionales
Los regalos materiales no cubren por sí mismos otras caricias emocionales. Las ausencias frecuentes son un ejemplo de circunstancia que puede causar carencias afectivas. El tiempo es un regalo en sí mismo. Cuando compartes tiempo de juegos con tu hijo le demuestras que es tu prioridad durante ese momento. Le ofreces compañía, reconocimiento y amor. Frente a una filosofía de vida que concede importancia al tener, el hecho de compartir tiempo de juegos con el niño recuerda la importancia de ser y estar.
Pero este no solo es un regalo que puedes hacer a tu hijo, sino también un bien que te haces a ti mismo. Este es un ejemplo de rutina que alimenta el bien común.
3. Desarrollo de habilidades
El juego aporta un aprendizaje. Esta experiencia es práctica, por tanto, amplía el marco de referencia del niño a través del lenguaje del entretenimiento y la diversión. El niño aprende mientras se divierte en compañía. A partir de esta observación también puedes conocer mejor a tu hijo al observar, por ejemplo, qué juegos le gustan más y en qué habilidades destaca. Tu hijo puede aprender de ti y tú puedes aprender de él.
4. Comunicación
En este proceso de interacción existe una comunicación que fortalece y actualiza el propio vínculo en torno a un instante compartido de felicidad en la sencillez del hogar. A través de este entretenimiento, incluso los lunes tienen la magia del sábado.
5. Creación de rutinas
La rutina familiar no describe un guión improvisado que se desvela cada día al compás del apetecer. Es evidente que pueden surgir factores imprevistos que rompen con parte de la programación prevista, sin embargo, la creación de una rutina aporta seguridad. Por ejemplo, la rutina de visitar el parque del barrio en el que el niño se encuentra con otros compañeros de una edad similar puede convertirse en un momento especial.
6. Planes caseros o al aire libre
El juego es una respuesta creativa de entretenimiento en cualquier momento del calendario. Un plan de acción flexible puesto que, por ejemplo, mientras que los planes caseros pueden ganar protagonismo en los días de lluvia cuando la calidez del hogar ofrece una agradable bienvenida, en otros momentos, los juegos al aire libre potencian la creatividad en el encuentro con paisajes naturales.
7. Creación de recuerdos compartidos
Mediante este tiempo de juegos con tu hijo creas un universo compartido que tiene un significado especialmente valioso para ambos desde el punto de vista de la afectividad. La memoria de este legado es una semilla de alegría y amor propio para tu hijo pero también para ti.
8. Creación de un clima familiar amable
El clima familiar amable aporta felicidad a todos los miembros de este sistema familiar. Al compartir tiempo de juegos con tu hijo das importancia al significado de las emociones y los sentimientos y su expresión.
9. Desarrollo integral
El juego alimenta la autoestima, estimula la creatividad, potencia el ejercicio físico, el desarrollo emocional… El juego estimula la curiosidad del niño por descubrir la realidad. Existen juegos y entretenimientos adecuados para cada edad. Por tanto, los juegos también potencian esta evolución.
10. Porque te apetece
Puedes elaborar tu propia lista de motivos para compartir tiempo de juegos con tu hijo, intentando que en la próxima vuelta a la rutina del mes de septiembre puedas mantener algunos de los hábitos de este verano más allá de este escenario estival. Como adulto, este tiempo de juegos con tu hijo te ayuda a recordar que este es un aspecto prioritario. Además, también aprendes grandes lecciones de sabiduría de la infancia.
Por ejemplo, la importancia de la espontaneidad y el valor de conectar con el presente. Cuando te concentras en este entretenimiento te distraes de otras responsabilidades y preocupaciones que también forman parte de tu vida, pero eso no significa que esos asuntos deban centrar tu atención permanente. De lo contrario, cuando los «debería» no dejan espacio a la libertad de disfrutar es posible experimentar el efecto del estrés.
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