¡No sin mi mamá!
Hay muchos niños que no pueden soportar desprenderse de su mamá. Y no me refiero a que su mami le deje solito o en compañía de otro adulto o, incluso, en la guardería. Hablo de que no soportan separarse ni un minuto de su madre porque entran en un estado de nervios sin igual.
Todo el mundo dice que va por temporadas, pero nadie explica cómo superarlo. Cuando te ocurre puedes llegar a desesperarte. Sólo quieren pasar el día pegados a ti y tú no puedes hacer nada. No están tranquilos ni con su padre.
Mi hija pasó esa etapa a los 8 meses y fue bastante soportable. Pero a los 13 meses le volvió… mucho peor. Ocurría que teníamos que estar todo el día juntas y ella haciendo lo que yo hacía. Eso limitaba bastante mis tareas.
Lo mismo ocurría en la guardería. Mientras estuviera María, su cuidadora desde el principio, no pasaba nada. Pero si se iba aunque se quedaran el resto de las chicas… mal asunto.
Aunque suene a tópico, en estos casos hay que armarse de paciencia. En mi caso, a base de explicárselo, conseguimos estar las dos en un mismo sitio pero cada una con su tarea.
Después empecé a ausentarme por ratitos muy cortos, siempre dándole una razón: “Hija, mamá tiene que ir al baño a hacer pis” o “mamá va a por un vasito de agua y vuelve ahora mismo”.
Al principio lloraba pero al ver que volvía enseguida lo fue asimilando. Luego las ausencias fueron más largas y cuando no me veía empezaba a lamentarse y a salir gateando en mi busca.
Ahora hemos superado esa fase. Aunque, de repente, si me echa de menos viene corriendo a ver dónde estoy, me da un abrazo y se vuelve a ir. A veces se queda pero sólo si está mimosilla. Cada niño pasa esta separación a su manera, pero nadie te ayuda a superarla. Espero que mi experiencia pueda servirle a alguien.
Lo cierto es que hay madres que cuando consiguen separarse sienten un poquito de penita porque su hijo empieza a independizarse. Pero es ley de vida.
Foto | Monzoo
2 comentarios
Hola Mónica, a mi hijo le pasa algo similar. Desde hace unos días no quiere que nadie le de de comer, le cambien los pañales o incluso ir a dar un paseo por la calle si no es con su madre. Para mí es duro porque es como si mi hijo ya no me quisiera, se que es una barbaridad lo que estoy diciendo pero es la sensación que tengo. Espero que esta fase la pase pronto y vuelva a ser el de antes. Gracias por compartir tu experiencia, pondré en práctica tus consejos, se lo diré a mi mujer que seguro que ella te lo agradecerá.
Eso espero Miguel Ángel, que la experiencia de unos nos ayude a otros. Durante mi embarazo, lo que ya habían vivido otras mamás me ayudó más que los consejos estereotipados que vienen en algunos libros. Me alegro de volver a verte por aquí… Gracias por seguirnos.