Unicef denuncia que la crisis ha relegado a los niños al olvido

Unicef denuncia que la crisis ha relegado a los niños al olvido

Escrito por: Mónica M. Bernardo    29 junio 2010    2 minutos

El estado de la infancia empeora y a nadie parece importarle. Esa es la conclusión que se ha lanzado desde Unicef. En un momento en el que los mandamases de los gobiernos más importantes del mundo se reúnen para echarle un vistazo global al mundo, Unicef quiere alzar la voz y recordarnos de nuevo la situación mundial de la infancia.

Y es que los datos están ahí. Y los que Unicef maneja son los extraídos del informe ‘Niños: los olvidados de la crisis financiera’, presentado hace unos días en su Conferencia Anual en Berlín. A tenor de los mismos, los responsables de esta organización reclaman «una cara humana» en las políticas de recuperación económica.

Una cara y un gesto humano y humanitario ya que la actual situación económica que aún atormenta a la mayoría de los ciudadanos, además, ha conseguido frenar e impedir el lento progreso que se seguía en la aplicación de los Objetivos del Milenio.

Aún hay extrema pobreza en muchos países. Son más de 64 los millones de personas que la sufren en todo el mundo, una gran parte de ellos son niños. Niños cuyas vidas están en peligro de actuarse de manera urgente. Y no hablan precisamente de la pobreza que pueda existir en los países desarrollados como el nuestro.

En palabras de un representante de Unicef: «La economía tiene que recuperarse pero hay que tener en cuenta las consecuencias que esto puede tener para la infancia y los países más pobres. (…) La crisis comenzó en los países ricos pero sus consecuencias también han llegado o llegarán a las zonas más pobres, por lo que el resurgimiento económico debe tener un rostro humano y no puede olvidarse la apuesta por la educación y la salud, especialmente entre los más desfavorecidos», recalcó.

Para esta entidad es básico que se tome conciencia internacional de la situación de pobreza del Mundo y apuesten por un desarrollo de la infancia en toda su extensión.

Vía | EFE

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