Tener pesadillas

Cuando hablamos de pesadillas nos estamos refiriendo a sueños que suceden durante el movimiento ocular rápido (REM). Las pesadillas se presentan únicamente cuando están pasando el sueño REM. Por eso la mayoría de ellas ocurren desde la mitad de la noche hacia el amanecer.

En él aparece un miedo intenso, terror o angustia. Cuando el pequeño se despierta de manera repentina siente mucha ansiedad.

En las pesadillas tenemos la sensación de estar viviendo el sueño, y al momento de levantarnos nos que un recuerdo parcial o total del mismo. Tanto las pesadillas como los miedos nocturnos son más frecuentes en los niños que en los adultos.

Las pesadillas se diferencian de los temores nocturnos por poder superarlas después. Además van acompañadas de ansiedad y movimientos muchas veces involuntarios. Las pesadillas aparecen en la vida de los niños cuando estos están pasando por etapas de inseguridad, inestabilidad emocional o depresión.

Los terrores nocturnos no aparecen en el REM. Durante ellos los niños se despiertan transpirando y su corazón palpita más fuerte de lo frecuente, también pueden despertarse gritando del susto.

Luego de pasar por un terror nocturno no podrás calmar a tu pequeño por unos minutos, luego de este episodio podrá recuperar nuevamente su sueño. Es normal que los niños con terrores nocturnos también sean sonámbulos.

Los traumas a nivel emocional de los pequeños suele perturbar su sueño, cosas simples como la pérdida de su juguete favorito, pueden desencadenar en una pesadilla, otra de las causas más frecuentes el presenciar una discusión de sus padres, esto provocará inestabilidad emocional.

Tanto las pesadillas como el terror nocturno son episodios considerados normales durante la niñez, y suelen desaparecer durante la adolescencia.

Vía | Health Scout
Foto | Flickr – Yavannna

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