Para mí un paraguas es un artilugio engorroso cuyo uso prefiero evitar. Sinceramente prefiero mojarme un poco a tener que ir con una mano ocuapada, levantada y haciendo malabares para protegerme de unas gotas de agua, sin meterle una varilla en el ojo a otro viandante. Pero para mi niña, y en general para todos los peques, es todo lo contrario. Un día de lluvia es un día estupendo porque puede usar su paragüitas.
En estos días de lluvia que tenemos que ir con el paraguas colgado todo el día para el por si le da por llover, las tiendas empiezan a sacar todo su repertorio para que el gran público pique. Y es que aquello de que un chino se ponga en una esquina a vender paraguas minis medio destartalados se ha terminado, ahora tienen un sinfín de modelos incluso para los niños.
No me vais a negar que salir en un día de lluvia con nuestro bebé en su cochecito puede resultar de lo más complicado. Lo mejor sería quedarse en casa y esperar que la tormenta pase pero hay ocasiones en las que resulta imposible tomar esa decisión y, por mucho que lo lamentemos, debemos acudir a cualquier cita importante cargadas de niño, cochecito y, a poder ser, un paraguas con el que resguardarnos de las inclemencias meteorológicas.
Hace unas semanas que os mostrábamos unas divertidas zapatillas que los niños podían decorar a su gusto, las mismas venían acompañadas de unos rotuladores, especiales para textil, que nos servían para que nuestro pequeño derrochara su imaginación creándose modelos distintos según la ocasión o la inspiración del momento.
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