Sordera post-neumocócida
Una de las consecuencias de la meningitis neumocócica es la sordera en los pequeños. Afortunadamente esta enfermedad está disminuyendo en forma considerable el último tiempo. Lo más aconsejable para evitarla es vacunar a los pequeños, siempre bajo la orden de tu médico.
Si el problema es detectado a tiempo se podrá realizar una evaluación rápida y llevar a cabo implantes cocleares.
El hecho de vacunar a los pequeños ayudó al descenso de infecciones neumocócidas graves (si bien no acabo del todo con el problema), que tenia como consecuencia más común la sordera adquirida en los niños.
Si los pequeños son controlados y atendidos después de una meningitis neumocócica se pueden detectar las infecciones que pueden provocar la osificación coclaer y sin llegar a interferir con la inserción de los electrodos cocleares.
Para determinar el problema, normalmente se realiza una resonancia magnética para determinar la implantación, aun si la pérdida auditiva es profunda.
Los médicos señalaron que el protocolo normal para evaluar si un pequeño perdió la audición implica un ensayo con los audífonos, pero esto no es suficiente en los casos de sordera neumocócica asociada, ya que en estos casos se encuentra comprometida la osificación.
Un problema adicional puede aparecer en estos casos. Los niños que tuvieron implantes cocleares cuentan con mayor posibilidad de tener meningitis bacteriana posterior. Especialmente si hay malformaciones cocleares o pérdida de líquido cefalorraquídeo o si se produce una otitis media.
Por todas estas razones, te volvemos a recomendar, como lo hicimos al principio, que vacunes a los pequeños contra la gripe y contra la meningitis.
Cuando estamos frente a un niño que no estuvo vacunado, la decisión de realizar una cirugía en caso de sordera debe retrasarse hasta que la vacuna se haya dado. Pero siempre será evaluado caso por caso.
Vía | Medpagetoday
Foto | Flickr – Oneris