Un solo amigo

Un solo amigo

Escrito por: Leticia   @leticiadelpino    15 febrero 2010    2 minutos

Después de los 5 años los niños funcionan mejor a pares que en grupos, porque es muy difícil que puedan formar verdaderos vínculos con muchas personas al mismo tiempo.

En eso se basa la importancia del mejor amigo, ese en quien se tiene plena confianza, que nos cuenta todos los secretos y que siempre está dispuesto a hacernos favores. Para un pequeño que se siente siempre vulnerable en un mundo de grandes resulta tranquilizador descubrir que hay otros niños ajenos a su ámbito familiar y a su círculo más directo que se encuentran en la misma situación.

A veces, el amigo puede incluso aliviar algunas de las heridas secretas que tenga nuestro hijo. Con los hermanos y las hermanas generalmente existen muchas rivalidades y celos, mientras que con su amigo o amiga casi todos los momentos que comparten son agradables, no existen los celos, por el contrario, incluso las amistades pueden ayudar a superarlos. Por ejemplo, una crisis emocional provocada por el nacimiento de un hermanito. A veces, precisamente en momentos como este se ven nacer fuertes amistades y para algunos chicos es una verdadera tabla de salvación.

Lo que debemos tener en cuenta como padres es observar esa amistad y ver si no es muy desequilibrada, si existe o se genera una relación de dominio o de subordinación con el otro niño. Sólo en el caso de que el amigo tuviera una influencia excesiva sobre nuestro hijo se debería tomar cartas en el asunto. En ese caso es bueno tratar que el pequeño entienda que no tiene por que obedecer en todo lo que dice su amigo, que puede decir ‘no’ a algo que no quiere hacer y, a partir de ahí darle libertad para que su relación evolucione sin entrometerse demasiado.

También es bueno que tengan la oportunidad de relacionarse con otros niños (invitándolos a su cumpleaños, o a jugar a su casa, por ejemplo) pero si él quiere tener un amigo especial y no se da en esa relación aspectos negativos, también se debe respetar que el niño empiece a tomar sus propias decisiones.

Vía | Ser Padres Hoy

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