Ser solidario (I)
La solidaridad es uno de los muchos valores que es bueno inculcarles a los pequeños. Pero antes de hablar del tema puntual de la solidaridad quizás debemos detenernos a pensar en qué son los valores.
Cuando hablamos de valores nos referimos principalmente a principios morales, ideológicos o de otro tipo que van conformando los diferentes comportamientos de las personas. Alguno de los valores cuentan con un carácter universal, otros, por su parte, dependen de las diferentes sociedad, culturas, religiones. Estos últimos también pueden ir cambiando con el paso del tiempo.
Las sociedades transmiten valores de una forma informal, mediante los estilos de vida, las acciones de las personas o las producciones de las culturas. Pero hay valores que se trasmiten de manera formal, mediante leyes, religiones, educación. Al mismo tiempo, las familias también los trasmiten a los más pequeños mediante lo que dicen, los ejemplos que dan y la manera de estimular a cumplirlos.
En algún momento de su vida, los pequeños empiezan a reflexionar acerca de los valores. Entonces empezaran a cuestionarlos y los compararan con cosas que ven que pasan en la realidad. Y es en este momento cuando nosotros, como padres, debemos intervenir mediante una buena comunicación.
Si bien es cierto que no existe un manual en donde se aprendan todos los valores, sí es bueno enseñárselos mediante el dialogo, el razonamiento y que juntos, debatiendo en forma calma las distintas ideas se lleva a entender que es posible convivir y construir un mundo mejor.
Además del ejemplo de los padres en acciones solidarias cotidianas, en pequeños gestos que implican reconocer y asistir las necesidades de los otros, se puede estimular a los chicos en el desarrollo de este valor enseñándoles a detectar las carencias reales de otras personas, a indagar las motivaciones propias para ayudar (si son verdaderamente desinteresadas) y a poner en práctica de manera adecuada sus inquietudes por el tema.
Fuente | Colección Valores
Foto | Flickr – Zaqi