Relacionan los azotes con problemas mentales en los niños
Aunque los azotes a los niños van pasando a la historia como método correctivo, aún hay muchos padres, y madres, que los utilizan. Ya no son las barbaridades de hace años, solo un maltratador utilizaría un cinturón o una regla hoy día, pero siguen siendo dañinos. Y el mal que causan va más allá del posible dolor en la zona lastimada o en el amor propio.
Un estudio: «Trastornos del castigo físico y mental: Resultado de una muestra representativa en Estados Unidos», ha valorado si hay daño mental tras el castigo físico severo, siendo este último empujar, agarrar, abofetear o golpear, incluso si no hay maltrato infantil grave (abuso físico, sexual, emocional, negligencia o exposición a la violencia de pareja).
Los investigadores asociaron el castigo físico severo con trastorno de la personalidad, trastorno del estado de ánimo, ansiedad y abuso del alcohol o las drogas. Tras ajustar las variables socioeconómicas, la historia familiar o su disfunción comprobaron que el castigo físico estaba detrás de entre el 2 y el 5 por ciento de los trastornos del grupo Eje I (síndromes clínicos y códigos V.). En el caso del grupo Eje II (trastornos del desarrollo y trastornos de la personalidad), el castigo físico es responsable de entre el 4 y el 7 por ciento de los casos.
Los autores consideran comprobada la relación entre el castigo físico severo, sin otro tipo de maltrato añadido, y los trastornos mentales en el niño que los sufre. ¿Te hacen falta más motivos para dejar de hacerlo?
Vía | AAP
Foto | Flickr-Feminaerecta