Receta para niños: Pastel de queso y espinacas
Entre los recursos con los que contamos para conseguir que nuestros niños coman verdura, dos de los más importantes son la imaginación y el camuflaje. Si los vegetales pasan desapercibidos, aunque sean la parte principal del plato, habremos vencido la primera batalla. Si se niega a comer espinacas pero le gusta el queso, ambas cosas muy normales, prueba con esta interesante receta.
Los ingredientes necesarios son: Una bolsa de espinacas congeladas y troceadas, 425 mililitros de leche, una cucharada de mostaza en polvo, 200 gramos de pan o tres rebanadas anchas, 200 gramos de queso tipo cheddar, media docena de huevos y unos 12 tomates cherry.
La preparación es sencilla. Precalienta el horno a 190 grados. Con aceite de oliva o mantequilla unta la base del recipiente para el horno. Prepara las espinacas cociéndolas o como indiquen las instrucciones del paquete. En la licuadora o el vaso de la batidora, echa los huevos, la leche, el pan, la mostaza y una pizca de sal. Bátelo hasta tener una masa suave.
Pasa la mezcla a un bol grande y añade tres cuartas partes del queso rallado. Escurre las espinacas, incorpóralas y mézclalas bien con la masa. Pasa la mezcla al recipiente para el horno. Añade el resto del queso, también rallado por encima y distribuye los tomates cherry por la superficie. Pon el recipiente en el horno durante 35-45 minutos, hasta que crezca y se dore. Déjalo reposar y enfriar un poco antes de servir.
Si pruebas a hacerla, cuéntanos que tal la aceptó tu hijo.
Vía | Good Food (en inglés)
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