Los niños en el cine: Giorgio Cantarini
Una de las películas que, sin duda, ha hecho derramar más ríos y ríos de lágrimas es «La vida es bella» del italiano Roberto Benigni. Y es que, como ya hemos dicho en otras ocasiones, la presencia de los niños en la gran pantalla, imprime un toque de naturalidad y ternura que pocos adultos saben entregar. Por eso contratar a un pequeño para un gran papel suele ser, con ayuda de un buen guión, un éxito seguro.
Y esto es lo que le sucedió al niño italiano Giorgio Cantarini cuando Benigni se fijó en él para que hiciera de uno de los papeles protagonistas en su gran película, esa que nos narra los problemas a los que se tiene que enfrentar un italiano-judio, junto a su familia, en la ocupación nazi durante la Segunda Guerra Mundial.
Giorgio Cantarini nació en Orvieto, Italia, en 1992. Con sólo 5 años consiguió ser uno de los protagonistas de «La vida es bella», película que consiguió importantes premios y estupendas críticas y que consagró a su guionista y director, Roberto Benigni, para el resto de su carrera. En ella, el pequeño interpretaba a Giosué Oréfiche, que fue enviado a un campo de concentración junto a su padre. Entre el drama más feroz y los gags más hilarantes, nos encontramos con una pequeña obra maestra llena de ternura que les valió tres premios Oscar de Hollywood y una candidatura como mejor elenco del Sindicato de Actores.
Y es que, al parecer, los grandes premios le perseguían a este niño que se desenvolvía ante la gran pantalla como pez en el agua. Su siguiente intervención fue en «Gladiator», que también consiguió varios premios Oscar, cuando tenía 8 años, interpretando al hijo de Russell Crowe. Después algún papel en películas para televisión y programas de escaso éxito. Aunque, con sólo 22 años todavía tiene mucho camino por recorrer.