Más chistes breves para niños (I)
¿Qué puede haber más hermoso que ver a un niño reír?… Así durante todos los días de nuestra vida deberíamos procurarnos un espacio para la risa, para la alegría, de esta forma todo nos iría mucho mejor, especialmente cuando la vida nos ofrece su cara más oscura o sus caminos más dolorosos.
¿Y qué podemos hacer para seguir manteniendo nuestra risa siempre alerta?… buscar historias felices, divertidos enredos de palabras o ingeniosos cuentos que nos hagan evocar ese dulce paraíso de la infancia en el que nos sentimos libres y seguros, felices y eternos. Así que nada mejor como un buen chiste para encender la llama de esa alegría. ¿Os atrevéis?
- Van dos granos de arena por el desierto y uno le dice al otro:
-Creo que nos están siguiendo. - Va un barco al muelle… ¡y rebota!
- Van dos dragones paseando y uno pregunta al otro:
-¡Eh, tú, ¿me das fuego? - El juez le dice al ladrón:
-Usted cometió el atraco. Tengo cinco testigos que le vieron.
-Pues yo puedo traer a más de cien que no me vieron. - Un niño le pide a su padre que le haga los deberes.
-No, hijo. Eso no estaría bien.
-Bueno… pero inténtalo de todas maneras. - -¿Por qué lloras, hijo?
-Porque Pepito me ha quitado el pan.
-¿Con mala intención?
-No. Con mantequilla. - –¿Diga?
-¿Es el servicio de inteligencia?
¿Me puede repetir la pregunta? - -¿Por qué los tontos no pueden entrar a la cocina?
-Porque ven un tarro que pone «sal». - –¡Capitán! ¡Capitán! ¡Socorro! ¡Nos hundimos!
-¡Que no, tonto! ¡Que esto es un submarino!
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