Manualidades con niños: Divertidas marionetas recicladas

Manualidades con niños: Divertidas marionetas recicladas

Escrito por: Sacra    16 enero 2011    2 minutos

Domingo de invierno, quizás no sea el día más propicio para salir a la calle, dar un paseo o ir de visita, así que lo más probable es que tengamos que quedarnos en casa disfrutando del calor del hogar pero, también, enfrentándonos al inquietante aburrimiento infantil. Así que lo mejor será poner en marcha nuestros motores de imaginación, desempolvar algunos trastos que tengamos en casa y ponernos a fabricar unas divertidas marionetas que, además de proporcionarles una tarde divertida mientras las realizan, pueden servir como un primer inicio en sus artes escénicas.

Para poder fabricarlas no tenemos que comprar ningún material, nos sirve todo lo que tengamos por casa: retales, trocitos de lana, botones desparejados, papeles de colores, restos de fieltro, pinturas… El único invariable que nos va a servir como base y centro de nuestra marioneta es el tubo de cartón del papel higiénico ya que, a partir de él, vamos a realizar nuestra espectacular obra.

Las que aparecen en la fotografía os pueden sugerir algunas ideas, de este modo podemos usar un poco de lana para fabricarles el pelo o fieltro negro si queremos que parezca toda una señora formal y bien peinada. Los botones pueden tener múltiples funciones, en unos personajes están utilizados como ojos, otros en la ropa o como adorno en un pasador de pelo. Para realizar la indumentaria es importante que pensemos en la personalidad que va a tener nuestra marioneta, así podemos diseñarle un vestido de lo más colorido o un frac oscuro que represente a alguien debidamente serio. No necesitamos demasiada cantidad, por eso con un trocito pequeño que tengamos por casa podemos realizar verdaderas obras maestras del diseño del reciclaje.

Con temperas se puede pintar la cara. Más larga, más redondeada, atractiva, pícara, ilustre… todo dependerá, como en el vestuario, del carácter que queramos darle a nuestro personaje. Ya para rematar y que nuestra marioneta quede completa para salir a escena, podemos pegarle un palo largo, como los de las brochetas, en la base que nos sirva para manipularla debidamente. Detrás de un sofá o con una sábana colgada entre dos sillas, podemos improvisar un teatro de guiñol que, os aseguro, puede resultar inolvidable.

Vía | Charhadas

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