El hijo del medio (III)

En esta ocasión seguimos hablando de la conflictiva situación que trae ser hijo del medio.

Un hecho importante en cuanto a la educación del hijo del medio es intentar que no sienta que toda la atención la acaparan sus hermanos. Con relación a este tema podemos centralizarnos en las cosas o actividades que le gusten y en los aspectos en los cuales se destacan.

Lamentablemente, tarde o temprano la competencia se instala entre los hermanos. Todos tratan de conseguir un lugar dentro de la familia generando, de ese modo, una rivalidad fraternal. El hijo del medio sabe que exige un lugar de privilegio que es el del hermano mayor. A su vez, el mayor percibe que el hermano que le sigue constituye una amenaza para su reinado y tratará de mantener su trono de primogénito.

A fin de que la ‘pelea’ por encontrar su lugar dentro de la familia no se vulva algo traumático, los padres deben ayudarlo a defenderse –en el caso de sentirse inorado- y darle lugar a los aspectos positivos, enseñándoles a hablar de sus sentimientos y a pedir lo que sienten que necesitan.

Los profesionales consideran que la familia y los primeros años de vida son el escenario ideal para practicar la competencia, la rivalidad y la pelea por los espacios. Es ahí donde los padres podemos ayudar a que cada miembro se vuelva más competente, alentando la superación personal más que la comparación y la competencia entre los niños.

En otras ocasiones, el hijo del medio tiende a imitar a su hermano mayor, pero a veces intenta hacer lo opuesto para marca una diferencia notoria con él. En estos casos los padres pueden alentar la imitación de conductas positivas, siempre que no signifiquen una discriminación del otro. Ser como mi hermano imitando una actitud valiosa no es lo mismo que ser mi hermano. La necesidad de ser diferentes es un elemento en común entre los hermanos del medio.

Vía | Ser Padres Hoy

Crecimiento Opinión Psicología #celos #diferenciacion #estructura-familiar #hermanos #hijo-del-medio #lugar #roles #sentimientos