El hijo del medio (II)

Seguimos hablando de esos hijos del medio, de las verdades, mentiras y mitos sobre este ser tan especia que busca diferenciarse de los hermanos.

Ser hijo del medio, lejos de ser una mala noticia, posibilita ocupar un rol que les permita ser únicos en lo suyo. En este aspecto, un buen propósito en la educación de los padres consiste en ayudarlo a descubrir qué es ‘lo suyo’. Teniendo en cuenta que el hijo del medio es alguien que nos hace pensar que cada cosa es única e irrepetible.

Los expertos consideran que las posiciones de roles psicológicos en una estructura familiar están determinadas por el tipo de vínculos que se establecen y, a su vez, entiende que dichas posiciones condicionan el desarrollo de la personalidad del chico. Habitualmente, el hermano del medio se percibe menor querido que sus hermanos.

Ante la llegada de un nuevo miembro a la familia, que de por sí es un hecho movilizador, es necesario que los padres tomen una actitud más contenedora para que el impacto de la llegada de un nuevo ser no se torne traumática para sus hermanos.

Frente a esta nueva realidad resulta altamente positivo que los padres les recuerden a sus hijos que los quieren mucho, que los ayuden a superar los sentimientos de celos, y en especial, que no se queden tranquilos aunque parezca que al hijo del medio no le pasa nada ni nada le molesta.

Un hecho clave en cuanto a la educación del hijo del medio es intentar que no se sienta que toda la atención la acaparan sus hermanos. Con relación a este tema debemos tratar de hacer cosas o actividades que le gusten y en aspectos en los que se destacan.

Vía | Ser Padres Hoy

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