La genética implicada en la obesidad infantil
Las campañas constantes contra la obesidad infantil pueden hacer pensar que cualquier niño gordito lo es porque está mal alimentado y hace poco ejercicio. Sin embargo todos conocemos algún peque que no para en todo el día, que come con normalidad y tiene sobrepeso. Es importante hacer hincapié en la importancia de llevar una vida sana, pero con cuidado para no hacer daño a estos niños.
Lo que para mí es obvio, que hay un componente genético en la obesidad, los científicos necesitan comprobarlo antes de afirmarlo, como es lógico. El equipo de Stuart Grant, director asociado del Centro de Genómica Aplicada del Instituto de Investigación del Hospital Pediátrico de Filadelfia, ha conseguido aislar, por primera vez, mutaciones en dos localizaciones genéticas que podrían predisponer a los niños a ser obesos.
Grant ha comentado al respecto que, «Observamos una clara firma genética en la obesidad infantil, que muestra que hay algo más en esta enfermedad que solo un componente ambiental». Pese a este descubrimiento, aún queda mucho trabajo por hacer, para encontrarle una utilidad práctica.
Eric Schadt, presidente de ciencias genéticas y genómicas de la Escuela de Medicina Mount Sinai en Nueva York, ha comentado que «absolutamente, esta es una enfermedad que tiene componentes genéticos y componentes ambientales muy potentes, y probablemente unos componentes simultáneamente genéticos y ambientales muy potentes. Es algo extremadamente complejo. Apenas arañamos la superficie de las determinaciones genéticas de la obesidad infantil«.
Mientras siguen investigando yo pediría lo que he comentado al principio, que se tenga muy en cuenta a esos pequeños que simplemente son más grandes que los demás. Me da mucho miedo la estigmatización que empieza a verse contra ellos.
Vía | Healthfinder
Foto | Flickr-Heacphotos