Evita las comparaciones en la educación de tu hijo

La educación es una gran aventura puesto que no existe un manual de instrucciones único sobre cómo deben los padres ayudar a crecer a sus hijos. Sin embargo, la experiencia en este sentido es un grado, es decir, cualquier padre o madre puede aprender recordando su propia infancia. Es decir, cuando recordamos cómo nos sentíamos de niños en determinadas circunstancias podemos meternos más fácil en la piel de los más pequeños de la casa.

Sin duda, una de las normas principales en la educación es que los padres deben evitar realizar comparaciones entre los hermanos. Se trata de algo más habitual de lo que a veces pensamos ya que muchas veces las personas establecemos asociaciones en nuestra forma de comunicarnos. Está claro que, por ejemplo, dos hermanos se diferenciarán en las notas que obtienen en el colegio, tal vez, uno sea más aplicado que otro.

Sin embargo, los padres igual que los profesores deben aprender a valorar las cualidades de cada alumno en función de sus propias posibilidades. En este sentido, el afán de superación, el esfuerzo y la responsabilidad se mide desde uno mismo pero no desde el otro. Los padres deben potenciar a sus hijos en sus virtudes y puntos positivos, es decir, en aquello que les hace ser únicos e irrepetibles.

Cuando los padres comparan a sus hijos en cierto modo, transmiten el mensaje equivocado a los niños de que uno de ellos es mejor que el otro. Un mensaje que puede ser muy dañino para la autoestima puesto que cualquier persona necesita sentirse querida y protegida en cualquier momento de la vida pero todavía más en la infancia puesto que los expertos han tomado conciencia de que muchos problemas de la edad adulta tienen su razón de ser en los primeros años de vida.

Foto | Los Hijos

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