Esguinces y fracturas

. Nos daremos cuenta de una posible fractura si ante un golpe o torcedura se siente un pequeño chasquido en el hueso y si el niño no puede mover la parte lesionada y esta parte se vuelve muy dolorosa al tacto.

En cambio, un esguince esta relacionado a los ligamentos que mantiene unidos a los huesos. Para esguinsarse estos ligamentos se vieron sobrecargados y se desgarraron en alguna parte. La gran parte de los esguinces requerirá un cuidado médico inmediato, pero se pueden tratar en la casa.

Precauciones ante posibles fracturas: si sospechamos que esta fractura involucra el cuello o la espalda del pequeño no lo debes mover nunca, salvo que el niño se encuentre en un riesgo inminente, sino espera que llegue el médico o la emergencia médica. Moverlos puede generarles un daño en el nervio que puede llegar a ser irreversible.

Si los profesionales deciden que tu hijo debe ser trasladado debes tener en cuenta que el cuello y su espalda se encuentren inmovilizado en primer lugar, debe moverse como una unidad.

Si el pequeño tiene una fractura abierta (veras que el hueso sobresale por la piel) y su sangrado no es grave aplícale presión en la zona con una gasa o un trozo de ropa limpia. No debes lavar la herida no intentar empujar hacia adentro el hueso. Para trasladarlo deberán aplicar tablillas alrededor de la extremidad lesionada. Estas tablillas deben contar con una longitud tal que permitan extenderse más allá de las articulaciones por debajo y por encima de la fractura.

Puede pasarte que ante los nervios y el desconocimiento confundas una fractura con un esguince. Por las dudas debes llamar a emergencias antes de actuar. Pero si estas absolutamente segura que solo se trata de un esguince deberás hacer que el pequeño descanse, colocarle hielo, realizarle una compresión y elevación del miembro. Durante las primeras 24 horas no es aconsejable aplicar calor.

Vía | Ahora Mamá
Foto | Flickr – Salsero

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