Escribir cartas, un buen ejercicio para los peques

Y como los mejores amigos y los más accesibles en la primera infancia, son los primos, ella lo hace con su primita, de momento.

Con la edad que tiene poco puede escribir, más allá de su nombre, el de la destinataria y alguna frase corta que previamente escribe mamá para que la copie. Así, las cartas van llenas de dibujitos, pegatinas y alguna otra menudencia. Enviarlas le encanta, se pone un poco nerviosa pensando en si el cartero sabrá donde tiene que llevarla. Es curioso que usar Skype, y ver a su prima en directo, le parezca normal y en cambio el trabajo del cartero le parezca casi mágico. Recibir respuesta es un acontecimiento, lógicamente.

Cuando sean un poco más mayores, y pese a que dispondrán de otros medios para comunicarse, intentaremos que sigan escribiéndose. Es una de las pocas ocasiones fuera del colegio en que la escritura manual sirve para algo. Hoy día todo va impreso, incluso los niños tienen sus diarios en archivos digitales. Creo que es un buen ejercicio para practicar la escritura, y ver que tiene una aplicación en el mundo real.

Para cuando tenga algunos años más, me encantaría que tuviera algún penpal. Son los amigos por correspondencia, con los que practicar inglés, o el idioma que estudien. Aunque de nuevo pueden hacerlo por ordenador, hay cosas que de momento no se pueden hacer online, recibir sellos raros, sobres divertidos, postales de lugares remotos, etc.

¿Animas a tus hijos a usar el correo tradicional? ¿Te parece anticuado o interesante?

Foto | La Cosa Rosa

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