Cuidar la vista de los niños
El 95 por ciento de los españoles pensamos que la vista es el sentido más valioso y un 77 por ciento dice que es la primera capacidad física que teme perder. Sin embargo no nos ocupamos de ella lo suficiente. Como padres es nuestra responsabilidad cuidar de los ojos de nuestros hijos. La primera revisión, si no se ha detectado algún trastorno, debería ser a los cuatro años. Para hacerla no es suficiente ir a la óptica, debe hacerla un oftalmólogo en su consulta porque hay que dilatar las pupilas del niño.
La vista evoluciona continuamente desde el nacimiento hasta los diez años en que madura y se estabiliza completamente. A partir de esa edad los trastornos de la visión ya no pueden corregirse del todo con ningún tratamiento. Por eso son importantes las consultas preventivas. Los principales problemas que tienen los niños en la vista son: estrabismo, hipermetropía y ambliopía.
El estrabismo afecta a un 4 por ciento de niños en edad escolar. Aunque puede ser innato lo normal es que aparezca entre los dos años o los dos y medio. También puede deberse entre otros a un traumatismo muy fuerte, fiebre elevada o meningitis. Si el estrabismo es acomodativo se suele corregir con un parche y lentes. Si persiste o si es congénito habrá que recurrir a la cirugía.
La hipermetropía es la dificultad para ver de lejos. La visión de cerca puede ser perfecta. Puede aparecer en el nacimiento o hacerlo durante la infancia, especialmente en los momentos de evolución de la vista, como los dos años y medio o los cuatro. El niño necesitará gafas para corregir la agudeza visual, que se irán renovando anualmente. En los momentos en que se producen puntas de crecimiento las revisiones deben ser cada 6 meses. Aunque no es hereditario, el niño con abuelos miopes tiene más posibilidades de serlo.
La ambliopía se conoce también como ojo vago. Es la reducción de agudeza visual en uno de los ojos. Se puede intentar comprobar en casa, tapandole los ojos alternativamente al niño y mostrarle un juguete. Si no actúa igual lo más probable es que uno de sus ojos sea vago. Cuando le tapemos el bueno intentará quitarse el parche. Es importante tratarlo porque el cerebro elimina la imagen de peor calidad y se queda solo con la buena. Los parches no pueden ponerse antes del año de edad.
Algunos signos de que puede tener un problema en la vista son : que el niño tenga fotofobia, le moleste la luz, le lloren los ojos, le piquen, los tenga rojos o se los frote habitualmente. También si le duele la cabeza en la frente o las sienes, tiene nauseas, vértigos, visión borrosa tras leer un rato, si omite palabras o frases al leer, o si dice que las letras se mueven.
Ante estos síntomas o si tenemos dudas, tendríamos que llevarle al oftalmólogo. También si al escribir se sale de las líneas, si se queja de ver doble, si entrecierra los ojos o si tuerce los ojos cuando es mayor de seis meses.
Dependiendo de la edad que tenga no le hará ninguna gracia tener que llevar gafas, pero no podemos ceder. Hoy día hay tantos diseños para los niños como para los adultos, lo mejor es que el peque colabore al elegirlas.
Vía | Pediatra al día
Más información | El Mundo
Foto | Growing kids